Senderistas.-Cosano, Guillermo, Borrego, Félix, Aurelio
Cronista: Aurelio--
Blog. Juan
La 5ª semana del mes septembrino está fuera de gráfico es decir libre de previsiones a fin que los sufridos caminantes de pies doloridos como suele decir el ínternauta Jilura, determinasen la ruta a seguir. Para hoy habíamos quedado el sábado día 25 en visitar “Las Monjas” del Desierto del Bañuelo y el Eremitorio del Padre Cristóbal, accediendo a los deseos de Manolo Molina Doblas, al ser desconocedor de este lugar y de los frutos que dan los azufaifos en el mes de agosto y principios de septiembre, a estos frutos también se les conoce como jínjoles.
Esperando nos quedamos la llegada de Manuel, le dimos esos cinco minutos de cortesía a pesar que por determinación mayoritaria se determinó en su día suprimir esta espera y cumplir los horarios con puntuliadad, a menos que por algún medio de comunicación se solicite la demora
A las 7,35 h. comenzamos a caminar Avenida del Brillante hacia la sierra por los senderos arriba indicados, a las 9,15 h. llegamos a Asuan o Lagar e La Cruz en el lugar de costumbre nos detuvimos para hacer la clásica PARADA Y FRUTA, después reanudamos la marcha adelante con paso sosegado, plácido y placentero, la subida por la Cuesta de La Traición salvando piedras y obstáculos ya supone un considerable esfuerzo, el que se compensa al caminar por terreno en llanura. Las huertas que a ojos vista aparecían ya dieron sus verduras, ahora todo es erial improductivo. Nos hizo mucha gracia un asno que nos miraba con insistencia desde su encierro en unas de esas huertas solitarias a primeras horas de la mañana, al regreso hicimos la parodia del rebuzno y nos respondió, nos hartamos de reír y alguna foto nos hicimos junto a su presencia, separados como es consiguiente por el cerramiento de la verja.
A la llega al Desierto del Bañuelo, sus dos puertas metálicas se encontraban abiertas, circunstancia algo extraña, normalmente siempre están cerradas con un cerrojillo el que se puede abrir con facilidad desde fuera, entramos huerta adelante y no ladraban los perros, un albañil tomaba el bocadillo sentado a la sombra de la higuera, le dimos los buenos días y entramos hacía el patio donde se encuentra la capilla, la cocina y los habitáculos de las monjas, más no había nadie, preguntamos al albañil y nos respondió que ahora están de albañilería y que tan solo suben los domingos para celebrar la eucaristía.
Como quiera que el amigo Guillermo tampoco conociera los jinjoleros o azufaifos los llevamos junto a uno de estos árboles, estando este cargado, pero sus frutos se habían pasado, es normal a estas alturas de este mes. Dimos la vuelta y decidimos el regreso por distintos senderos que a la subida para evitar el calvario que supone para los pies la bajada por la Cuesta de la Traición, de modo que después de la fotos junto al borrico fuimos tomando el sendero del Castañal para bajar por la cuesta de los Pobres y su continuación del Reventón, que por cierto necesario se hace una intensa limpieza de aquellos entornos hay tal cúmulo de plásticos, cartones, botellas, vidrios y un largo etc. que bien parece aquello un estercolero.
Con cinco horas de caminata culminamos la marcha de hoy quedando en reanudar lo caminos serranos el próximo jueves día 30 para cerrar el mes de Septiembre.