(Senderistas 4) en recorrido  total 1 en recorrido parcial.
El partido Copero de anoche  contra el Rayo Vallecano  hizo que los  aficionados al fútbol nos  fuésemos a la  cama más tarde de lo que habitualmente tenemos como norma, pero contentos por el  triunfo bien trabajado del equipo cordobesista, lo que supone proseguir en este  campeonato habiendo apeado al equipo madrileño de esta competición
  A las 6,30 h. sonó el  despertador, ahora  somnolientos y  tambaleantes   hubimos de abandonar  perezas y desganas a base de fresca  ducha  para  despejar el adormilado cuerpo y recomponer el  buen estado de ánimo, con disposición de recorrer los caminos serranos.  
   A las 7,30 aquellos que  asistimos al encuentro itinerante partimos dirección hacia Las Ermitas, pasando  por  el Circuito de la Huerta del Tablero,  la Arruzafa y esa tupida arboleda existente junto a  lo que fue Convento de San Francisco, hoy solo queda como testigo de  excepción   una vieja pared  con una vacia hornacina en su parte superior,  proseguimos caminando dejando atrás aquellos bonitos chalests de las calle  Espino Negro y Piorno para de lleno introducirnos en  el bosquecillo del Patriarca atravesando  senderos llenos de añosas  encinas que vienen a salir a la parte  asfaltada de la  Cuesta del Reventón.  
    Ya superada  esta con algunos bien ganados sudores nos  detuvimos en el lugar de costumbre a dar cumplimiento al precepto reglamentario  de PARADA Y FRUTA, el amigo Félix se desvió por la cuesta de Los Pobres  llegándose a las Ermitas donde tiene por costumbre rezar un PADRE NUESTRO,  sentado en el sillón del Obispo… que existe en el Mirador al aire libre.  
   Reagrupados todos  nuevamente nos dirigimos carretera adelante dirección Cruce de Trassierra para  hacerle una visita a esa especie  de mini  capillita de campaña construida con toscos materiales, donde por mi parte  deposité hace unos años una minúscula imagen de San Antonio de Padua, y Manolo  Borrego  dos pequeñas imágenes de  la Virgen de  Fátima, sin duda aquello prolifera donde no faltan flores aunque sean  artificiales fotos y peticiones sobre papel escrito con rezos marianos.   
   Hacía un par de meses que  por aquel lugar no pasábamos y después todo no estaba  en muy mal estado de mantenimiento y  conservación, no obstante Manolo Borrego y el resto hicimos una limpieza a  fondo,  la pequeña imagen de San Antonio  de Padua que fue  traída de Italia,  destinada al lugar, estaba algo deteriorada por el impacto de las inclemencias  del tiempo, optando por ser retirada hasta su reposición, también  faltaba una imagen de la Virgen de Fátima, las causas  se desconocen si bien se hace sospechar que alguien la ha sustraído.      A la orilla del camino  había multitud de latas, envases, plásticos y botellas tirados con todo  desprecio por alguien que bien debe saber que ello no se debe hacer, hoy optamos  por retirar todo aquello que al paso fuimos encontrando para depositarlo en un  contenedor, Guillermo Medina parecía con aquel descomunal bolsón lleno  de ”arambeles” al hombre del saco que asustaba a los niños de los años 60, hoy ya  no se asustan ni ante la presencia del Conde Drácula  en persona.
  Al llegar al kilómetros 6  de la antigua kilometración dimos vuelta y paso a tras, los disparos de los  cazadores hacían resonar los ecos de aquellas soledades múltiples veces, no  obstante los dos recolectores de envases vacíos usados  seguían con su  tarea.
   Al regreso y a la altura  del kilómetro 5 nos encontramos con Antonio Rodríguez Jiménez que  venía a nuestro encuentro, ya había regresado  de sus vacaciones en tierras malagueñas, dispuesto a reincorporarse al “Sufrido  Cuerpo de Caminantes Serranos”.
  Al finalizar la Cuesta del  Reventón en la  parte terriza donde  existen unos mutilados bancos de madera observamos que aquello parece un  estercolero, creo que la empresa que semanalmente realiza la limpieza de la  parte asfaltada, deberían ordenarle por quien proceda hacer también una intensa  limpieza de algo más arriba. 
 Los españolitos todavía  seguimos siguiendo unos inmaduros en este aspecto, creo que nos encanta arrojar  sobre el suelo aquello que ya no nos resulta servible y por supuesto que no se  te ocurra decirle nada a nadie, algunos tienen la desfachatez  de estrellar las botellas delante de tu cara  haciéndola mil añicos jactándose como valentones.  
  Al pasar por el Circuito  del Tablero habían dos guardias municipales con ambas bicicletas aparcadas,  quien al vernos vestidos de senderistas portando macutos y bordones, nos  preguntaron con gracia y simpatía cual fue nuestra ruta de hoy, y que tal los  entornos de la misma,  le informamos con  todo lujo de detalles  de  tanta porquería como la gente deja en plena  sierra con toda impunidad y desvergüenza, cuando además rompieron todos aquellos  pequeños contenedores que había en aquellos entornos, así como muchos de los  carteles informativos de muy reciente creación.
 Llegados al viejo Canal nos  despedimos hasta  la próxima salida, será el sábado día 11.  
 
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