SENDERISTAS.-J. Romero, Aurelio, Corpas, Serna, Félix, Guillermo, Molina, Borrego, Jiménez, Gañán, Rodríguez.
Cronista: Aurelio--Blog: Juan
Cuando ya estaban reunidos aquellos caminantes o senderistas que al punto se hallaban para emprender el camino de hoy arriba indicado, sonó el teléfono móvil de uno de estos senderistas, le llamaba Manolo Molina para decir que nos daría alcance poco más delante, de modo que comenzamos la marcha apacible, sosegada, sin prisas y sin pasos ligeros, nuestra meta sería llegar a las muy célebres y archiconocidas Ermitas-Cordobesas en todo lo alto de la sierra, que partiendo de un desnivel de unos 120 metros alcanzaríamos en unos siete kilómetros una altura superior a los 500 metros, por ello tan cercanas y a su vez tan lejanas, queríamos echar una mirada a través del mirador para contemplar el paisaje, sentarnos en el sillón a la intemperie del obispo Pedro Antonio de Trevilla, labrado sobre dura piedra de mármol durante aquellos años del pasado siglo XIX, hacer alguna foto y comprar la anual lotería para el sorteo de navidad, para después regresar a la ciudad a hora tempranera y charlar un rato en Casa de Paco, así fue y así lo hicimos.
Al caminar con paso natural y sin esas desmesuradas velocidades a que acostumbramos algunas veces se hace posible mantener conversaciones, la marcha de hoy resultó bastante amena, toda la charla mantenida en esas casi dos horas de camino fue versando en torno a las Ermitas y a los ermitaños, el amigo Rafael Jiménez Luque nos daría toda una lección magistral sobre su historia, evidentemente está muy impuesto en ellas, no en vano acostumbra a hacerle una visita, un día si, y el día siguiente también, como quiera que respondía con prontitud y ligereza, las preguntas le cayeron como en catarata, al llegar a las proximidades Félix dijo que él continuaba su marcha, que no había andado en toda la semana y que ya nos veríamos en Casa de Paco, igualmente continuó Juan Gañán; Manuel Molina se volvió a su casa una vez culminada la subida, se incorporó Antonio Rodríguez que por aquel lugar nos esperaba, e hicimos la PARADA Y FRUTA en el frontispicio del Convento.
Luego decidimos entrar al interior no sin antes beber del botijo y saludar al hermano Portero, alguna leyenda poética de Luis Arcadio Fernández Grilo, poeta cordobés del siglo XIX que en herencia nos dejó un breve poema para ser inscrito sobre una cartela que hay colocada sobre la pared a nuestra derecha de la entrada cuya lectura dice:
Hay de mi alegre sierra
sobre las lomas
unas casitas blancas
como palomas.
Ya en el mirador hicimos una foto en grupo a los pies de la gigantesca imagen del Corazón de Jesús que se adjunta para el recuerdo, luego otra al célebre sillón del obispo, para después hacer una breve visita a la celdilla eremitica de Santiago el Menor, alguna más junto al hermano portero José a quien le va dedicada aquella que estime el hermano bloguero, compramos la lotería y jugamos el número 44.052 y nos despedimos.
Al asomarnos a esa especie de balcón donde se domina parte de la sierra y de la campiña mucho nos llamó la atención dos jóvenes que practicaban alpinismo escalando una de las paredes rocosas de la montaña, estos se juegan casi la vida en esos intentos, y luego a nosotros nos llaman temerarios por andar buscando espárragos por solitarios parajes.
Si la subida la hicimos por la Cuesta del Reventón la bajada fue por la de Los Pobres para ganarle al crono al menos unos diez minutos, ahora se trataría nuevamente hablar respecto al Perol de las migas que tendrá lugar en Los Villares el próximo martes día 23, y cuyo aviso a caminantes dio a conocer Juan Serna, también se comentó el boceto relacionado con el logotipo a insertar en las camisas y polos que este grupo va a adquirir, quedando en hacerle una incorporación de detalle en el que se indique la palabra CÓRDOBA en la parte inferior.
En casa Paco finalizamos la sesión tomando un VARGAS de limón, que no Valgas, aunque la palabreja es discutida y discutible, y alguno no estará de acuerdo, pero la palabra tiene tradición a la Venta de Vargas en aquella Córdoba de hace muchos años, al finalizar nos despedimos hasta el próximo martes día 16 teniendo previsto subir a Cerro Muriano a fin de reservar en el restaurante Los Pinares la comida de Navidad
Se hizo la consbida rectificación respecto al Vargas, aunque un poco tardía, lo errores a este respecto mecanográfico son posibles.
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