SENDERISTAS.-Romero-Aurelio
Félix-Corpas-Ponferrada-Cosano
Ruiz-R. Jiménez-Gañán.
Félix-Corpas-Ponferrada-Cosano
Ruiz-R. Jiménez-Gañán.
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A las 8,05 h. después de esos cinco minutos de retardo para cumplir con la cortesía que es debida salimos caminando dirección a las Ermitas.
Bien se ha notado que la lluvia de ayer ha limpiado las calles y ha hecho desaparecer el polvo acumulado en los caminos, senderos y veredas, también ha dejado a los árboles más limpios que el jaspe, buena falta nos hacía; en opinión de Félix ha hecho engordar a la aceituna en escasos dos días, así lo demuestra el muestreo comparativo obtenido por el chico de Torres Cabrera entre el pasado sábado día 22 y el de hoy 25, es evidente que LA LLUVIA ES PURA MARAVILLA. 
Se nota era a hora tempranera y con dos días de fiesta de por medio, el Servicio de la Limpieza no debió de haber pasado.
Rebasada esta calle penetramos en el bosquecillo del Patriarca donde en aquel laberinto de sendas ya comenzaron los velocistas a mostrar sus aptitudes deportivas, tirando como los galgos corredores, eso que solo se trataba de ir a dar un plácido y sosegado paseo, alguno casi llega a rebasar la marca de hace diez años, luego saldríamos a la cuesta asfaltada del Reventón para continuar por el sendero terrizo y pedregoso que finaliza en la carretera, otros se desviarían por la cuesta de Los Pobres bastante más corta y pina, pero se gana tiempo al crono, siempre que se logre subir al tirón sin paradas intermedias. Al haber culminado la subida habría reagrupamiento PARADA Y FRUTA en el lugar de siempre, el amigo Rafael Jiménez se despidió para visitar Las Ermitas, el resto continuó carretera adelante para ir en busca del Sendero de Los Castaños, Pepe Romero y José Luis Cosano continuaron carretera adelante hasta el Kilómetro 6 desde donde regresarían.
El Sendero de Los Castaños no fue posible localizarlo, habíamos entrado por el Sendero de La Almirilla donde se atraviesa una verja de hierro, hay espacio suficiente para el paso de las personas, después penetramos por un bosque de gigantescos pinos donde el sol no penetra, este debe ser buen lugar
para las Setas y los Nizcalos, continuamos para salir a una ancha senda que divide los caminos en tres direcciones sin señalización alguna, tomamos el de la izquierda donde aparece un verdadero bosque de castaños, en el suelo proliferaban esa especie de erizo donde van envueltas las castañas, poco más adelante existe una finca cuyo rótulo indica denominarse San Rafael del Bañuelo, era evidente que no estaríamos muy alejados del Desierto del Bañuelo, después habían hasta tres desviaciones hacía lado izquierdo, nosotros continuamos en línea recta para desembocar a un sendero que finaliza en un cerramiento con verja y puerta metálica que da acceso a la carretera 3314, le dimos un rodeo para salvar obstáculos hasta salir donde venían caminando Pepe Romero y José Luis Cosano en su camino de regreso, nos unimos a ellos, al llegar a la iniciación Cuesta del Reventón se hizo la foto de familia, la próxima vez llevaremos el trípode al objeto que el retratista también salga en la foto, pero para ello tendrá que hacer las oportunas prácticas.
para las Setas y los Nizcalos, continuamos para salir a una ancha senda que divide los caminos en tres direcciones sin señalización alguna, tomamos el de la izquierda donde aparece un verdadero bosque de castaños, en el suelo proliferaban esa especie de erizo donde van envueltas las castañas, poco más adelante existe una finca cuyo rótulo indica denominarse San Rafael del Bañuelo, era evidente que no estaríamos muy alejados del Desierto del Bañuelo, después habían hasta tres desviaciones hacía lado izquierdo, nosotros continuamos en línea recta para desembocar a un sendero que finaliza en un cerramiento con verja y puerta metálica que da acceso a la carretera 3314, le dimos un rodeo para salvar obstáculos hasta salir donde venían caminando Pepe Romero y José Luis Cosano en su camino de regreso, nos unimos a ellos, al llegar a la iniciación Cuesta del Reventón se hizo la foto de familia, la próxima vez llevaremos el trípode al objeto que el retratista también salga en la foto, pero para ello tendrá que hacer las oportunas prácticas. 
Finalizó la etapa en la antigua Fuente de Los Picadores donde nos despedimos hasta el próximo día.
Esperemos otra ocasión con más suerte, los desvíos no tienen señalización indicadora
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