AVRELIVS- J. RUIZ-
PONFERRADA- GUILLERMO.
Prosiguiendo
con el buen criterio de caminar por lugares donde no castiguen los
rayos solares decidimos hoy bajar hacia la Palomera para proseguir
caminando por el sendero del arroyo San Domingo y continuar hacía
el Bosque Encantado, este lugar es una verdadera selva por donde no
penetra el sol con facilidad.
Tras
rebasar toda aquella zona disfrutando del fresco mañanero que ofrece
el bosque, a las 9,20 en las nuevas urbanizaciones de Santo Domingo decidimos hacer la PARADA Y FRUTA sentados sobre el bordillo del acerado en las proximidades del chalet El Paraíso y a la sombra de un Bambú
cada uno sacó del zurrón aquello que llevaba para reponer glucosa y
potasio.
A
las 9,30 levantamos el campo decidiendo subir hoy por la Cuesta del
Niño Perdido II, ya sabemos de sus inconvenientes y durezas pero ya
no estábamos dispuestos a dejar pasar más tiempo sin caminar por
ella, desde aquel lugar salimos caminando hacía la carretera que
baja a Córdoba, cuando estuvimos frente a terrenos finca Casería
de San Pablo nos desviamos a la derecha y cortamos a campo a través
pisando rastrojos que amarillean por su estado de sequedad, también
hay alguna vieja viña de la que solo quedan escasas pámpanos y muy
pocas de sus verdes hojas, cruzamos el seco lecho de un arroyo que
baja entre choperas y comenzamos la subida hacia la carretera que va
a Los Villares, una vez más fuimos caminando arroyando la seca
yerba amarilla no pudiendo evitar el desagradable roce entre las piernas, por fin
finalizamos en la mismísima carretera en un lugar
muy próximo puerta de acceso a la finca que sus propietarios
cerraron, desde aquí cruzamos la carretera y comenzamos la subida
por el Niño Perdido II, en sus primeros pasos el camino se hace
ameno al discurrir protegido entre pinos y encinas, poco a poco se
va endureciendo la muy empinada subida no habiendo árboles ni
protección de sombra alguna es algo así como si se tratara de un
seco páramo discurriendo casi en vertical donde el sol castiga al
caminante con la fuerza del mes juliano, tiene multitud de
desnivelaciones que dificultan bastante hasta que por fin culminamos
la subida con las aceleraciones y palpitaciones un poquito
subiditas de tono.
La bajada se hizo por la Cuesta del Villar hasta salir a la Carretera de
Los Morales, en la Haza de San Antonio echamos un vistazo a las
brevas pero de momento no había ninguna, bajamos por la carretera de
Villaviciosa entre las sombras que dan sus árboles hasta la Huerta
de Los Arcos, luego por la Avenida del Brillante para finalizar a las
11,30 h.
¡¡¡HASTA OTRO DÍA
!!!
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