Aurelio
y Antonio Espejo.
Para
romper el clásico molde de cada semana respecto a los itinerarios a
recorrer decidimos hoy hacerla a base de golpe de botas y calcetín
como es nuestra normal costumbre andariega, dejamos atrás enclaves
ciudadanos hasta adentrarnos en ese pulmón llamado el Patriarca
para recorrer en casi toda su extensión esa extensa y amplia zona
que discurre entre encinas, acebuches y jarales desde la
Arruzafa y Turruñuelos hasta más allá
del Castillo de La Albaida
y como colofón a esta marcha hacer la oportuna visita a las canteras
de calcarenitas existentes en la zona de Santa Ana de La Albaida.
La
mañana se presentaba algo fría con 2º de temperatura y cielo
plomizo color panza de burra que mal que bien vino para obtener
fotos de aquellos solitarios parajes, ya oteando aquellos abruptos
terrenos como las cabras por las alturas dimos con el cortafuegos
de mucha altura que íbamos buscando, este se aprecia desde la
Cuesta del Reventón que a ojos vista desde la distancia tiene tal
curvatura que es lo más parecido a la joroba de un camello.
Localizado
el lugar dejamos para otra ocasión el intento de subida y
continuamos por aquellos recónditos parajes oteando como los
perros sabuesos, luego nos encontramos una herradura como símbolo
de suerte, por su aspecto y herrumbre denotaba mucha antigüedad,
alguna foto se le hizo y colgada en un cartelito informativo la
dejamos.
Ya
por las inmediaciones del que fue Castillo de la Albaida hoy
Restaurante realizamos el camino de regreso cuando sobre la marcha
nos encontramos a un pastor con tres cabras, una de ellas de grandes
ubres, que casi le llegaban al suelo, hablamos con el hombre sobre
la cabra, nos dijo estar preñada y para antes de un mes estaba
previsto el parto.
El
hombre resultó todo amabilidad y gentileza, le preguntamos si
íbamos bien para las antiguas canteras de Santa Ana y nos facilitó
toda serie de detalles y hasta nos acompañó has el lugar que él
llamaba el CALERIN allí se despidió de nosotros, mucho le
agradecimos sus atenciones, le pedimos permiso para hacerle una foto
y accedió gustosamente.
Ahora
correspondía hacer la visita al lugar de esas viejas canteras
resultando un tanto abandonadas y descuidadas hasta allí había una
blanca silla de plástico que la escondimos en una de aquellas
oquedades para quitarla a la vista de los visitantes se accede a
través de una rampilla teniendo que apartar los secos ramajes en
este tiempo de una escuálida higuera desde donde se aprecia
tratarse de una explotación minera de piedra caliza a cielo
abierto, nos quedamos maravillados al ver lo que allí se oculta
entre la espesa vegetación y la dejadez de las personas que no se
reprimen en tirar papeles y objetos al suelo rompiendo la armonía
del lugar.
Estas
canteras en galería y según antecedentes estuvieron en explotación
desde época romana habiendo servido sus materiales para la
construcción de los monumentos más emblemáticos de la ciudad así
como a la posterior construcción de la ciudad palatina de Medina
Azahara en época califal, cesando su explotación y abandono en el
siglo XVIII.
Una
vez realizada la visita correspondía hacer el regreso esta vez por
la barriada de Santa Ana de la Albaida y sus bonitos chalets, donde
unos simpáticos gatitos de raza angorinas (de angora) a la voz
humana de mini, mini, mini salieron sin ningún tipo de temor a
saludarlos y pasar sus lomos una y otra vez entre las piernas de
estos dos solitarios caminantes.
A
tras dejamos la Plata Asfáltica en la carretera de Trassierra CO
3302, el Canal Guadalmellato y Santa Rosa a base de ir caminando
por las escasa veredas colindantes con la carretera ya que en esta
carretera por no haber no hay ni arcén para peatones.
En
el mismo lugar donde iniciamos la salida en la Avenida del Brillante
dimos por finalizada la marcha de hoy a las 13 h.
¡¡¡HASTA OTRO DÍA!!!
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