Aurelivs - J. Ruiz
J. Serna - A.
Espejo
Jose Pérez.
Tras la llegada a Santa María de Trassierra
a las 7,55 comenzamos seguidamente la caminata desde el lugar conocido como La
Virgencita a través de la ancha pista terriza llamada Vereda Pasada del Pino,
conviniendo previamente no entrar a visitar el Arroyo del Molino ni Los Baños
de Popea para no perder tiempo ya que recientemente fueron
visitados.
Giramos hacia la izquierda en su momento
oportuno buscando la vereda que nos conduciría en descenso continuo hasta al
río Guadiato, este como siempre presentaba ese aspecto de hermosura y belleza
envuelto entre la frondosidad de bosque de galería, a través de sus margen
izquierda fuimos caminando disfrutando de su vegetación, llegó el momento de
cruzar la desembocadura del arroyo del Molino y del Bejarano, para tomar en
sentido ascendente la Vereda que discurre junto a las antiguas minas de cobre de
época romana y de sus pozos, a nuestra derecha en el sentido de nuestra
ascendente marcha teníamos el discurrir del arroyo Bejarano y sus umbrías
donde aparecerían buenos y sanos champiñones silvestres, después de echarles un
vistazo los dejamos para que las esporas se expandan y vuelvan a
multiplicarse.
Llegó el momento abandonar este lugar
haciendo un giro a la izquierda que nos permitió entrar hacia una ancha pista
terriza bien arbolada para protegernos del sol, tras caminar sobre ella unos
veinte minutos nos vino a llevar delante del Cortijo de Los Baldíos del Río a
las 9 h. aquí nos detuvimos quince minutos para tomar la pieza de fruta la
incuestionable PARADA Y FRUTA, alguna que otra foto hubo para dejar testimonio
de nuestra presencia.
A las 9,15 h. reanudamos nuestra marcha a través de la Vereda Vado del Negro, camino este de herradura muy cómodo de andar desde donde pudimos escuchar el suave rumor el arroyo Don Lucas en busca del río Guadiato casi todo tapado por una extensa vegetación invasora.
Al no poder caminar a través
Finca de La Alhondiguilla no hubo otra solución alternativa de hacer un giro a
la izquierda para conectar con una vereda que casi se oculta entre la vegetación
cuyo nombre desconocemos, su andar ofrece ciertas dificultades por su
estrechez y varios escollos en lugares muy puntuales, esta nos vino a llevar
justamente al Puente de Los Arenales y a la entrada finca de La Alhondiguilla a
las 10,15 h.
Breve descanso y
vuelta hacia atrás por el mismo lugar donde habíamos venido ahora sería más
dificultosa su andadura al ser cuesta arriba pero ciertamente con alguna
variante, al llegar a un lugar sin precisar el nombre sobre un arroyo, habían
unas planchas metálicas colocadas a modo de cerramiento que permitían ser
levantadas hacía arriba permitiendo el paso al lado opuesto de este modo dimos
un rodeo logrando conectar con el Sendero GR 48 por donde fuimos caminando
hasta entrar en terrenos finca del Bejarano, desde aquí ya solo sería todo más
fácil.
Las ruinas de
antiguos cortijos y restos de huertos en el más puro estado de abandono era el
fiel testimonio por dónde íbamos pasando, pronto nos aparecería una charca como
preludio anunciador que en sus cercanías se encontraba el Caño de Escarabita la cruzamos sobre las piedras y adelante que ya el sol calentaba en exceso, cuando
nos vinimos a dar cuenta ya estábamos en la pista por donde habíamos iniciado el
camino para entrar en Sta. María de Trassierra a las 12 h.
Tiempo sobrado había para coger el Bus de
las 12,40 y al Desguace fuimos a parar pero como quiera que allí en su interior
hacia excesivo calor tuvimos que levantar el vuelo y trasladarnos a la
terraza del antiguo Bar Casa de Vicente para refrescar la garganta, cuando nos
vinimos a dar cuenta apareció la mole verde de Bus que nos conduciría a Córdoba
donde pusimos fin a la marcha a las 13,20
¡¡¡HASTA
OTRA OCASIÓN!!!
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