Avrelivs-J.
Ruiz
J. Serna-A.Corpas
M. Molina Doblas.
Las 7,55 h marcaba el
reloj/termómetro luminoso de la Avenida del Brillante y 21º de temperatura
cuando le hicimos la foto, este parecía decirnos “buscar la sombra amigos,
llevar buena protección solar en las mejillas y brazos y abundante dotación de
agua para bien hidrataros, hoy estoy dispuesto a rebasar los 40º,” al momento
apareció el amigo Manuel Molina Doblas tras largo periodo de ausencia en
atención a sus entrenamientos para sus maratonianas marchas pedestres, luego
también apareció Juan Ruiz Lopera y enderezamos el rumbo en busca ruta de los
arroyos a través del Parque Periurbano de la Asomadilla donde en las proximidades del Área de La
Naturaleza ya esperaban para incorporarse al
reducido grupo el bloguero Juan Serna y Antonio Corpas, al
menos de este modo completamos de forma accidental el número de cinco, el de
la Manita.
Tras dejar a tras el
Castillo Maimón fuimos bajando dirección Fuente de La Palomera y su sendero
entre las agradables sombras y umbrías que nos ofrece en aquel lugar el bosque
de árboles invasores llamados ailantos, aunque también les llaman árboles del
cielo.
Caminando por aquel lugar
ponto nos aparecería ese gigantón llamado Puente de Hierro sobre la antigua vía
tren de la Sierra, le echamos desde abajo un vistazo recordando con cierta
añoranza otros tiempos del quehacer ferroviario, pensando que, si esta línea
ferroviaria clausurada al tráfico desde tiempo inmemorial la tuvieran los
sevillanos ya sería RUTA VERDE desde hace mucho, pero mucho, mucho, pero aquí no
nos hacen ni puñetero caso.
Llegamos a la confluencia
Senderos de Santo Domingo y Pedroches optando caminar por este último, aquí se
despidió el amigo Antonio Corpas y continuamos adelante escuchando el canto de
algún pájaro ruiseñor entre sus sotos, luego aparecería La Cueva
ya en terrenos
de La Trinidad, su limpieza causó extrañeza al amigo Manuel Molina Doblas,
todavía mantiene en su mente el recuerdo de su cochambrosa situación de otros
tiempos, al menos en algo se va mejorando.
Atrás fueron quedando
terrenos de La Trinidad para penetrar por las del Orive Bajo, luego cruzamos el
seco lecho del arroyo Pedroches a la altura de los cinco eucaliptos para caminar
por el sendero de la margen izquierda y en el lugar
conocido como el POZO por
la existencia de un antiguo brocal junto al arroyo allí nos detuvimos bajo la
protección de las encinas para tomar el potásico plátano, la incuestionable
PARADA Y FRUTA.
También llegó el momento
de reanudar la caminata para ir en busca sendero arroyo Barrionuevo y de La
Ventilla, arriba quedaba La Meseta Blanca, por aquí ya no habían sombras
protectoras de los rayos solares, dimos un rodeo hasta encarar el Cortijo en
ruinas que desde la distancia parece un Castillo
Medieval.
Progresivamente fuimos
descendiendo por aquellos pedregosos terrenos viendo a distancia la Cuesta de
Las Piedras, dijimos hoy no subimos por ella, otra vez será que hace mucho
calor, posteriormente cruzamos un cerrado bosquecillo de adelfas que
dificultan bastante la marcha, alguno dijo teníamos que haber traído un hocino
para poder abrirnos paso por este lugar.
Salvados todas las
dificultades y escollos nos situamos en el lugar conocido como Las Piedras,
donde dos ciclistas estaban desorientados, nos preguntaron por donde poder
pasar y verdaderamente difícil lo tenían los muchachos, le informamos como
mejor supimos y también nos hicimos un par de fotos, luego a través del
Sendero del Arroyo Barrionuevo tomamos el camino de
regreso.
Al llegar al lugar donde
el sábado se la semana pasada Aurelio tuvo la caída en el suelo al tropezar
con una piedra saliente oculta entre la hierba, perdió las gafas de sol y no se
dio cuenta de ello hasta llegar a su casa, hoy cuando ya se habían dado por
perdidas y al paso por el lugar nos pusimos los tres a remover el césped con los
palos telescópicos mirando como los perros sabuesos, al momento el amigo Juan
Serna con su aguda vista dijo ¿son estas?, y sonó un sonoro y alegre pues claro,
esas son, muchas gracias, fue un caso de suerte ya que aquel lugar es bastante
transitado por senderistas pero la suerte fue que estaban ocultas por la hierba,
continuamos adelante hasta entrar por el Barrio del Naranjo par cruzar después
el Desierto del Parque de la Asomadilla donde como siempre en verano echamos
en falta arboles de sombra que buena falta hacen.
A los 12,20 h. dimos por
finalizada la marcha de hoy en Casa de Paco Pon, al ser sábado día de precepto y
arrejuntaera, allí ya se encontraban el Prior Pepe Romero, Gaspar Avilés,
Enrique Aguilar, Juan Gañán, Manolo Borrego y Rafael Jiménez, formamos un
conjunto de nueve a la mesa tomamos la refrescante cerveza y los aperitivos, se
ajustó la cuenta y todos a la calle y a casa.
¡¡¡HASTA
OTRA OCASIÓN!!!
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