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jueves, 19 de abril de 2018

Córdoba, martes día 17 de Abril de 2018- DESPLAZAMIENTO A LA POBLACIÓN DE SANTA ELENA (JAÉN) PARA VISITAR EL PARQUE NATURAL DEL DESFILADERO DE DESPEÑAPERROS- SENDERO DEL BARRANCO DE VALDEAZORES- DESPLAZAMIENTO AL CERRO IBÉRICO DEL CASTILLO Y CUEVA DE LOS MUÑECOS- ALDEAQUEMADA (JAÉN PARA VISITAR LA CASCADA DE LA CIMBARRA- POSTERIOR DESPLAZAMIENTO A LA POBLACIÓN DEL VISO DEL MARQUES (CIUDAD REAL) PARA VISITAR EL PALACIO DEL MARQUÉS DE SANTA CRUZ Y REGRESO A CÓRDOBA.


SENDERISTAS.-
Antonio Espejo López-
Antonio Rodríguez Jiménez Aurelio Martínez Navarro
Félix García Carrasco
Francisco Pérez Gálvez
Juan Gañán Bejarano
Juan Muñoz-Juan Pastor Ayllón
Juan Ruiz Lopera - Julián Leal
y Rafael Abalos de La Haba,
haciendo una totalidad de once.            


ORGANIZADOR DEL EVENTO Y RUTERO.- 
Juan Pastor Ayllón.
                                                                           
CONDUCTORES DE LOS VEHÍCULOS.-
Antonio Rodríguez Jiménez-Juan Gañán Bejarano y Rafael Abalos de la Haba.



La salida estaba prevista a las 6,45 h. puerta Hotel Center para unos y a las 7 h. inmediaciones restaurante Los Tamicos para otros, casi se llegó a cumplir  el objetivo de la puntualidad como es costumbre.



Circulando  a través de la autovía  A-4 Cádiz-Madrid nos detuvimos a las 8,30 para aparcar los vehículos en las inmediaciones de un restaurante  de carretera en  Venta de Cárdenas (Jaén) para tomar el desayuno, una vez finalizado este en marcha nuevamente para detenernos y volver a estacionar los tres coches en una explanada próxima al lugar donde aparece el cartel del Sendero de Valdeazores.





Se  inicia la ruta a las 9 h en subida continua durante unos  tres kilómetros aproximadamente, esta discurre entre un bosque de encinas y pinos donde  a la izquierda de nuestra marcha baja rumoroso el río llamado Despeñaperros, este  nace en el monte llamado Magaña cruzando la cordillera transversalmente para desembocar más adelante en el río Guarrizas.





En  algunos sitios del lecho de este río que por cierto parece un arroyo hay colocados de forma discontinua unos salientes  de piedra para pisar sobre ellos  permitiendo  de este modo cruzar el río de una parte a la opuesta asimismo para salvar puntuales alturas existen escaleras de madera. 


                                                
A través de este sendero de Valdeazores a modo casi circular, visitamos  lugares cuyos carteles informativos  indican llamarse El Castañar, El Valle, El Refugio, el Barranco Niebla,  el Collado de la Aviación, Umbría de Valdeazores  y el Mirador de Los Órganos desde donde realizaríamos el descenso visitando  una Cueva Rupestre; la vistas desde el Mirador son espectaculares donde destaca el Collado del Corzo, la población de Santa Elena y como telón de fondo Sierra Mágina.



Por estos entornos hay autenticas  paredes montañosas verticales que parecen cortadas a cuchillo, las pendientes o rampas según los casos son de consideración  y sobre todo hay que llevar mucho cuidado
donde se ponen los pies porque por allí no se entra ni helicóptero en algunos sitios. 



La visita a este espectacular barranco y sus humedales finalizó a las 12,30 h. y en marcha nuevamente andando otros tres kilómetros aproximadamente a través de la antigua carretera Nacional IV en busca de los coches que se encontraban aparcados en el punto donde habíamos iniciado la subida. 

Todavía nos quedaban cosas por visitar pero  el reloj marca las horas inexorablemente- de modo que  hacía el Centro de Interpretación Histórico Cultural la emprendimos a través de la carretera A-6200.  A las 13,15 h. ya estábamos aparcando los vehículos en el lugar adecuado de aquel Centro.



Un  cartel informativo nos indica que desde allí parten dos senderos con distintos  destinos pero de muy cortas distancias,  poco más o menos  de 500 metros cada una de ellas; hacia abajo  conduce hacia la Cueva de Los Muñecos y   hacia arriba  culmina en el llamado Cerro del Castillo.



Optamos subir por este último sendero a través de  una vereda de muchas vueltas y revueltas que por fin culmina en el indicado Cerro, allí  existen restos de un antiguo poblado ibérico y  las vistas  son  extraordinarias; echamos un  rápido vistazo a todo aquello  y  media vuelta hacia los coches.

                                      




No daba el horario del tiempo para  poder hacerle una visita   a este  Santuario

Ibérico donde aquellos íberos oretanos depositaban su exvotos hace miles de años; el tiempo apremiaba y todavía quedaba largo viaje hasta llegar a la población de Aldeaquemada  para visitar el Parque Natural -Cascada de la Cimbarra.


Las 13,40 h. marcaba el imparable reloj cuando estábamos entrando en esta población de Aldea-Quemada,  con censo de algo  más de quinientos habitantes, prestos allá que fuimos con la inquietud y deseo de ver la famosa cascada, alguno al verla  quedó casi enmudecido sin mirar a ningún otro  sitio que no fuera a su  espectacular salto  de agua.



Se trata del río Guarrizas que nace al sur de la provincia de Ciudad Real, atraviesa Sierra Morena y desemboca en el río  Guadalen, todos los alrededores de este lugar son de extraordinaria  belleza  donde el salto del agua y la cascada de La Cimbarra de unos 25 mts de altitud entre enormes  farallones  se desploma hacía abajo causando admiración al visitante, antes de llegar al lugar ya se podía   escuchar desde lejos el  extraordinario rumor de la caída del agua.

                                                        


Al llegar al lugar frente al salto de agua nos detuvimos largo rato para contemplar el espectáculo y su inigualable paisaje, también llegaría  el momento se seguir visitando distintos lugares desconocidos tomando en descenso  el camino de la izquierda con ánimo de  llegar a la zona y  punto hacia  donde teníamos aparcados los coches.









En un desvío inadecuado nos hizo  rodear la mole montañosa  por estrechos pasadizos   y riberas del río viniendo a salir al río Cimbarrillo, después al arroyo Martín Pérez y  su área de  descanso, magníficos estos paisajes donde  perdimos el contacto con él  rutero por la  circunstancia  de ser desconocedores los seis que íbamos en aquel grupo de aquellos lugares  por ello hubimos de alargar bastante el camino; una vez entrados en comunicación con el rutero Juan Pastor que ya esperaba con impaciencia  mandó  a nuestro encuentro al amigo Juan Gañán con su coche para aligerar y ganar algo de tiempo.   
                                                            



Una vez todos reagrupados en marcha hacía El Viso del Marqués cuando eran  las 15,30 h y sin comer,  ya era algo tarde según las previsiones pero nunca es tarde si la dicha es buena.  Cuando llegamos al  restaurante Los Leones situado  en el centro de la población nos tenían reservadas  dos mesas, para los once caminantes  que se componía el grupo, nos esperaba un buen aperitivo de queso manchego,  regado con tinto de la tierra, luego un  Pisto Manchego, unas Migas,   y una presa de solomillo ibérico que nos dejó satisfechos, de postre una terrina de helado y un cafetito con leche, luego entre mucha charla y  palique nos dieron casi las cinco de la tarde.





Llegó el momento de levantar el vuelo y de ir a visitar el Palacio del Marqués de Santa Cruz que lo teníamos a la vuelta de la esquina,  está catalogado  como   Bien de Interés Cultural, Patrimonio Histórico de España, su origen es el siglo XVI, fue  mandado a construir por Álvaro de Bazán, se trata del único palacio de estilo italiano existente en España,  en la actualidad es el Archivo General de la Marina desde el siglo XVIII.



Curiosamente se da la circunstancia que desde el año 1948 el alquiler a la Armada de la Marina, era simbólicamente  de una peseta acuñada en el año 1953; este efecto se supone que desaparecería con la llegada del Euro;  la causa probable  fue  a que Álvaro de Bazán, venía ilustrando con su retrato aquellas antiguas ediciones de una peseta como la que se ve en la foto.



Existe todavía un dicho en aquella población del Viso del Viso del Marqués que dice “El Marqués de Santa Cruz, hizo este palacio en el Viso, porque pudo y porque quiso”.


Durante la visita nos acompañó el encargado de la portería que nos vino a resultar  de lo más amable, educado  y servicial.



A las 18 h. pusimos  rumbo hacia Córdoba para llegar a esta a las 19,50 no habiendo podido visitar el Museo de Las Navas de Tolosa por falta de tiempo.   

                                   

                       ¡¡¡HASTA OTRA!!!                                                                 

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