Avrelivs -
Félix
M. Ponferrada
J. Ruiz - J. Pastor
Antº.Espejo.
En
los momentos de concentración y espera surgió el eterno dilema de ¿a dónde
vamos hoy?, a su vez se escuchó una
voz que dijera, no se hable más a Alcolea por la Alcaidia, y
hacia allá nos encaminamos como si aquello estuviera a la vuelta de la
esquina.
Atrás
fueron quedando calles urbanas, él
célebre Paseo del Colesterol y la
Glorieta de Chinales el antiguo Camino del Molino de los Ciegos y su
Puente Romano sobre el arroyo Pedroches al cruzar este enderezamos el rumbo
hacia la Campiñuela entre huertas y vaquerías pudiendo escuchar el atronador
paso del tren AVE y el tran, tran,tran del tren de cercanías.
Ya
casi entrando a pleno campo nos encontramos con
el amigo José Pérez el primo de Herminio que iba acompañado con otro
amigo al campo a buscar tagarninas y espárragos, luego nos
desviamos para hacer una visita al Lago Azul que este año todavía no lo
habíamos visto, después volvimos a
retomar el camino y seguir adelante con nuestra marcha.
Por
aquellos terrenos de antiguas canteras de áridos caminaba en solitario un
peregrino de nacionalidad belga y con Manolo Ponferrada pegó la hebra entrando en conversación en el idioma de los británicos, los demás nada
entendíamos de aquello que el hombre simpática-mente chapurreaba, a resultas de la conversación inició el Camino de Santiago en
Almería, pasó por Granada y por aquí sigue haciendo etapas camino de Cerro Muriano y del Vacar Villaharta-Villaharta., muchas todavía son las semanas que le quedan hasta llegar a su destino.
Llegó
el momento de cruzar el Canal de riego del Guadalmellato donde en sus
inmediaciones nos detuvimos para tomar
el refrigerio, si bien alguno continuó adelante hacía el arroyo Rabanales para
hacer una breve visita al Puente de Los Piconeros este al
parecer es de origen romano y bien merece su visita, allí la vegetación de
zarzas y de baladre es bastante intensa.
Durante este paseo
mañanero de muchos kilómetros aparecerían a la vista verdes praderas de
dehesa con un variado conjunto de toros, bueyes y vacas con su clásica y
reposada placidez, no faltó quien dijera tened preparado los capotes que
estos no son mucho de fiar a pesar de estar tan tranquilos, si te
descuidas dan un salto y tan mandan de momento al Hospital de Toreros.
Durante
este camino sobre la supuesta vereda que
al parecer formó parte de la antigua vía romana Augusta nos vimos en la
necesidad de cruzar enormes charcos que
la daban un parecido en la imaginación a
las Lagunas de Ruiedera donde una vez más se puso a prueba las impermeabilizantes botas de goretex, lo que no pudo evitarse
es que el agua penetrara en el pie por encima de la bota de la profundidad que
tenían el charquito.
Al
llegar al desvío cuya señalización indica Cortijo de Navalagrulla-
Santuario de Linares -Alcolea y La Alcaidia tomamos este último donde
el camino se va
endureciendo tanto por el desnivel y el perfil de las cuestas que a cualquiera le hacen sudar la gota gorda.
Un antiguo cartel nos anunciaba Campo de Tiro
pero lo cierto que varios disparos de escopeta de caza que más bien podría ser
de algún antiguo trabuco se dejaron oír tronar a no
mucha distancia.
Para
no ser menos que otras veces a las 9,50 h. culminamos la subida en el ruinoso cortijo de la famosa
Alcaidia que en sus mejores tiempos
debió tener mucha fama e importancia, las ruinas de aquel caserón rodeado de
palmeras y de mucha arboleda muestran todavía su encanto al curioso caminante,
allí aparece una antigua noria, un
horno, dos pozos y alguna pila labrada sobre la tosca piedra y muchas más cosas en el más puro estado ruinoso.
En aquel sitio nos reagrupamos
para continuar por la vereda existente a la derecha de la casa según nuestra
ascendente marcha, no hubo otro remedio que ir salvando barreras, cancelas,
obstáculos y escollos cada cual como pudo y a su estilo, ahí queda alguna foto
para cuando los nietos sean mayores que vean como a su abuelo nada se le
resistía.
Por
aquellos andurriales nos señalaba el amigo Juan Pastor se encontraba Villa Chivite y la Choza del
Ahorcado de tan antiguas y tan luctuosas
leyendas que a cualquiera les pone los vellos de punta.
A
partir de este lugar de La Alcaidia el camino discurre en continua bajada por una pedregosa vereda
donde abundan las esparragueras, en este tiempo contienen hermosos espárragos
de los llamados amargosos o de piedra, por allí no tienen acceso los vehículos
de cuatro ruedas, no hay otro remedio que dejar el coche en el lugar de la
cadena y subir andando, la subida es tan dura que cuando llegas al lugar te se quitan las ganas de ir a buscar espárragos.
Llegó
el momento de poder escuchar el rumor de
las aguas del arroyo Guadalbarbo al romperse entre las piedras como preludio
anunciador de estar no muy lejos de la Barriada de Alcolea.
Cruzamos
una enorme y verde pradera donde algunos florecientes perales ponían la nota de colorido en el
paisaje, ahí quedan esas fotos.
Una
vez abajo entramos por la barriada LOS ENCINARES donde el amigo Félix dijo,
esperar un poco que voy a beber agua en
la fuente de Alfonso Baena bebió agua en
aquella fuente y en marcha nuevamente.
Un esfuerzo más cruzando la
carretera Nacional IV hasta adentrarnos en la población a través del Paso
Superior sobre la estación de ferrocarril pudiendo apreciar las vías de
su trazado donde nuevamente alguno dijera en Alcolea un vagón sin techo
es una batea.
En
el Bus de las 13,20 h. regresamos a Córdoba
donde pusimos fin de etapa a la marcha de un jueves día 05 de Abril, mañana día
06 iremos a Medina Azahara y más allá a buscar espárragos.
¡¡¡HASTA MAÑANA¡¡¡
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