Avrelivs-Juan
Ruiz
Félix García-Antonio Espejo
José Pérez Egea
José Pérez Egea
y Francisco Pérez Gálvez
Para
hoy teníamos previsto desplazarnos desde Córdoba-Cerro Muriano -Obejo
para realizar la ruta del GR-48 desde esta última a la de Villaharta.
En aquellos altos de Obejo un tanto escondidos junto a las proximidades Iglesia de Santo Antonio Abad se encuentra el lugar para el inicio del camino, para llegar a él obliga a tener que ir transitando por estrechas y laberínticas calles urbanas donde se aprovecha para tomar un café y una tostada en el Bar Casa Morales.
POBLACIÓN DE OBEJO. |
En aquellos altos de Obejo un tanto escondidos junto a las proximidades Iglesia de Santo Antonio Abad se encuentra el lugar para el inicio del camino, para llegar a él obliga a tener que ir transitando por estrechas y laberínticas calles urbanas donde se aprovecha para tomar un café y una tostada en el Bar Casa Morales.
Ahí estan seis los caminantes de espaldas - falta el que hizo la foto. |
La Sierra es morena. |
Prado de llanura. |
Una vez abajo comienzan a divisarse terrenos de dehesa donde el ganado
pasta con indiferencia hacia el paso de aquellos visitantes que con
curiosidad miran alrededor de ellos, luego se van sucediendo las
subidas y bajadas a través del asfalto de una carretera rodeada de
fincas de olivar.
Proseguimos carretera adelante ignorando a dónde nos conduce ya que
los carteles informativos brillan por su ausencia, especialmente en
los desvíos, lo cierto que por allí proliferan verdaderos bosques de
dehesas que en la actualidad y con la sequia que tenemos encima estan
secos.
Los
desvíos no señalizados también se suceden teniendo que recurrir
una y otra vez a las consultas del GPS, un error en aquellos solitarios
parajes por falta de señalización podría acarrear no muy agradables
consecuencias.
En uno de aquellos lugares esta vez bien señalizado algún mal intencionado de los muchos que andan por la vida había invertido el letrero intencionalmente en una de las indicaciones quedando su leyenda de tal modo que inducía a error en la interpretación pero gracias al GPS se pudo evitar el entuerto.
Llegó
el momento de enfilar el rumbo hacía el seco lecho
del arroyo Guadalbarbo que a lo largo de
su existencia ha tenido que soportar multitud de riadas,
En
alguna que
otra finca pudimos advertir la presencia de bonitos caballos que con
mucha
curiosidad nos miraban, ja, ja, ja, Juan Gañán les habló dulcemente
preguntandole, ¿vamos bien por aquí a las Serranas?, estos al
hablarles se comportaron tal como si nos
entendieran, se pusieron tan contentos que daban alegres y ágiles
cabriolas y no menos rápidos giros y alegres galopadas.
Luego serían dos
burritos aquellos que tímidamente se asomaron para
curiosear desde su lugar de apacentamiento, nos dio la sensación de estar un tanto extrañados al vernos caminar por aquellos solitarios parajes, ahí están
los dos como inseparables hermanos.
Arroyo Las Serranas. |
Camino de Las Monjas. en el Sendero GR-48 |
Por aquellos solitarios parajes se encuentra un arroyo de escasa agua por no decir ninguna llamado de Las Serranas donde en tiempos del pasado solían ir las mujeres de aquella serranía a lavar la ropa y a tenderla sobre la verde hierba para secarse bajo la solana.
Cartel indicador Obejo-Villaharta. |
Otro cartelito. |
Uno de aquellos cerros esparragueros. |
La Solana del barranco. |
Cuando ya calentaba el sol en exceso subiendo por aquellas zonas través de la carretera CO 3176 junto al arroyo Guadalbarbo, vinimos a salir a una señalizada vía pecuaria indicando que a las distancia de 2,600 kilómetros se encontraba el lugar de nuestro destino Villaharta, pasamos junto a la vereda que marca la ruta del Camino de Santiago, después proseguimos en busca del conocido Bar llamado Santa Elisa-
A las 13 h. estábamos entrando en el indicado lugar donde sirven el cochifrito y a medida que
fuimos llegando se solicitaron los
refrescos y el pulque así como dos fuentes de dorado jalufo en forma de cochifrito que devoramos en escasos minutos.
Como el reloj marca inexorablemente las horas llegó el momento de ahuecar y de levantar el campo quedando a la espera del microbús que nos transportaría a Cerro Muriano, donde tuvimos que transbordar al bus de línea de las 14,30 y a las 15,15 h. en la cordobesa Plaza de Colón.
Tiene buena cara ese cochifrito. |
Ahí está el Grupo de los Siete Super-Épicos. |
Como el reloj marca inexorablemente las horas llegó el momento de ahuecar y de levantar el campo quedando a la espera del microbús que nos transportaría a Cerro Muriano, donde tuvimos que transbordar al bus de línea de las 14,30 y a las 15,15 h. en la cordobesa Plaza de Colón.
CONCLUSIÓN FINAL.- Muchos autobuses, mucho calor y excesivo caminar a través de la carretera.
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