(Senderistas 7) cuatro en recorrido total y 3 en recorrido parcial.
A la hora establecida puso el grupo rumbo hacia tierras de La Viñuela hoy habían al menos dos senderistas que desconocían estos terrenos y al parecer quedaron satisfechos de las sombras del viejo bosque, tantas veces comentado como propicio tiempos veraniegos que tanto aprieta el calor; se retrataron junto a la vieja noria al ser la primera vez que por estos feudos pusieron los pies, por lo que rogamos al bloguero haber si es posible que estos dos nuevos salgan en el blog del día de la fecha.
En la foto que se adjunta se puede observar la PARADA Y FRUTA en el merendero, donde hay un pozo cuyo brocal está cerrado en evitación que alguna atrevida mano cause algún destrozo, la higuera está muy bien cuidada y pronto dará sus frutos, será menester llegar a tiempo para saber el gusto de sus higos, el guarda de aquellos terrenos aunque no se deje ver sabemos de buena tinta está “mosqueao” y con ojo avizor ante tanto visitante como últimamente pasa por estos terrenos a cuyo cargo está su vigilancia. El Laurel tiene una malla de protección al objeto que crezca todo recto, sus hojas verdean pero a este todavía le quedan un par de años para poder obtener alguna de sus hojas. 
Al penetrar en el tupido bosque de galería, Herminio como buen ojeador y entendido en la materia se dio una vuelta por los entornos de un gigantesco pino donde en su cúspide existe un viejo nido de águila, y se trajo como botón de muestra varios plumas que evidenciaban que allí en aquel árbol tiene el águila su morada, no se tardó mucho tiempo para oír los graznidos de la rapaz diurna. Dejado atrás el bosque y tras cruzar el arrollo Santo Domingo salimos al Veredón donde tres caminantes retornaron hacía Córdoba, los otros cuatro tomaron marcha ascendente por sendero de montaña y cuando llegaron a las canteras decidieron tomar la ya bautizada cuesta con el nombre de “ANTONIO MOLINA” esta vez en bajada, si dura es de subida, de bajada supone tener buenas piernas y mejor garrote para frenar los deslizamientos que producen los resbalones, al llegar a las ruinas del Cortijo La Viñuela había varios caballos a la sombra de las encinas, se les hizo la foto y continuamos buscando el sendero del arroyo Pedroches dejando atrás los arroyos Barrionuevo y La Ventilla; al pasar debajo de las Cuevas de Las Mesas Blancas pensamos que tenemos una visita pendiente con ellas, seguimos caminando para refrescarnos en la Fuente de La Trinidad y de allí otro tirón y a La Fuente de La Palomera, finalizando la etapa en la Cruz de Juárez.
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