SENDERISTAS 4) La marcha que correspondía haberla realizado ayer martes día 10, fue aplazada por diversos motivos para hoy, de modo que a la hora prevista pusimos los pasos hacia terrenos de La Viñuela en busca del Mirador de San José, del que bien nos habían hablado, más que nada por las vistas que ofrece, si bien desconocíamos con certeza el lugar de su ubicación, este habría que buscarlo atravesando veredas y estrechos senderos, la vieja noria la fuimos dejando atrás, igualmente las ruinas de ese cortijo donde llama la atención su gigantesco eucalipto, poco después el Mirador del Pozo igualmente tierras de labrantía y hazas de añosos olivos para introducirnos por terrenos de matorral y monte bajo. No dábamos con el lugar, ahora nos habíamos adentrado por terrenos donde abunda la achaparrada coscoja y las extensas matas de alcaparras, las diversas y estrechas veredas no indican hacía donde van a parar, formando verdaderos dédalos, no obstante y al tratarse de un mirador, estimamos lógico que estuviese en alguna prominencia, de modo que nos dedicamos a visitar aquellas que iban apareciendo al paso, hasta que por fin dimos con el dichoso Mirador de San José, donde había un rótulo que así lo indicaba, allí nos detuvimos y verdaderamente es una delicia contemplar el paisaje que se nos ofrece a ojos vista, desde la ciudad en casi toda su extensión donde destaca el Puente no inaugurado de ABBAS IBN FIRNAS, el Santuario de Santo Domingo, La Meseta Blanca, Las Antenas de Radiotelefonía en las proximidades de aquello que fue Apartadero ferroviario de Los Pradillos y un largo etc. que bien merece alguna que otra visita durante la tempranera mañana. A la sombra de una encina hicimos nuestra PARADA Y FRUTA, a su finalización se decidió tomar el camino de regreso por terrenos de La Palomera Alta, sin conocimiento alguno por donde caminábamos, más de algún que otro handicap nos encontramos, salvándolo a base de saltar puertas de escasa altura o levantar alambradas, que por otros caminantes ya las habían utilizado igual procedimiento. Ahora nos encontramos en un terreno donde debió haber un riachuelo, de otro modo no hay explicación por la gran cantidad de guijarros de cantos rodados de muy diversas formas, creo que ello indica que hasta allí hace muchos miles de años fueron arrastradas esas piedras y que la erosión del agua y del viento las ha dejado más lisa que el cutis de una damisela, Manolo Borrego recogió una de ellas y se la llevó como pisapapeles para su mesa de despacho, pronto aparecimos por el Castillo del Maimón y a la sombra de la tapia nos volvimos con prontitud a casa, que mañana jueves día 12 es preceptivo según gráfico establecido salir a recorrer los caminos.
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