Hoy es el día de San Andrés y además es el día de mi cumpleaños y andando a las ocho horas con 11º de temperatura siendo estupendo para andar, hacia la derecha doblamos el rumbo para situarnos en la calle Escultor Fernández Márquez desde donde fuimos avanzando hacia la entrada al Parque de la Asomadilla a través del Área de La Naturaleza, recorrimos aquella zona hasta salir a través de la muy moderna Pasarela metálica al Barrio del Naranjo.
Algo antes de llegar a la Rotonda Rosa de Siria avistamos a distancia a Manuel Ponferrada Navajas que esperaba pacientemente sentado en la parada del autobús para incorporarse al Grupo de Los Épicos, a partir de su incorporación formamos el quinteto caminador desde donde abandonamos terrenos urbanos a través de la vereda que conduce al Castillo del Maimon.
Tras los buenos días sobre la marcha y sin entretenimiento alguno proseguimos hacia la Palomera Baja para descender por tan peligrosa y resbaladiza bajada que allí hay, además tras las lluvias se ha formado una capa de deslizante de suave barrillo que requiere extremar los cuidados o bajar por distinto sitio que los hay sin necesidad de exponer.
Una vez abajo decidimos caminar hacia arriba en busca terrenos de la Viñuela y el Mirador de San José, envueltos entre chaparros y olivos, estas cuestas aunque son suaves requieren hacer esfuerzo físico que hacen entrar pronto en calor, no obstante al llegar a todo lo alto del Mirador de San José nos detuvimos con brevedad al menos para beber agua.
Por aquellos altos lugares próximos al Mirador de San José nos encontramos con el grupo de Senderismo dirigido por el amigo Joaquín Cabello, el del Banco de Alimentos Medina Azahara, nos dijeron que iban a las Monjas , suponiendo por parte nuestra que serían a las del Convento de Las Salesas al no estar muy alejado de donde nos encontramos, lo cierto que el Banco de Alimentos y sus auxiliares está a tope de tanto trabajo como en estos días tienen a repartir.
Más adelante fuimos pasando por terrenos de la Viñuela y El Nido del Águila desde donde nos adentramos por su tupido sendero hasta entrar el Olivar del tío Maromo, cruzamos este hasta.../...
... /...salir a las nuevas urbanizaciones de Santo Domingo para detenernos en la explanada del santuario a las 9,40, alguno ya decía que su podómetro marcaba 10 km. andados, suponemos que debían ser alguno menos lo cierto que desde allí iniciamos la marcha de regreso después de haber consumido el energético plátano canario la tradicional y clásica PARADA Y FRUTA.
A las 9,50 h. reanudamos el camino para bajar por la cuesta de cemento, hoy había cierta prisa ya que a las 12 h. teníamos que estar en el Centro de Mayores de Santa Rosa ya que estaba previsto celebrar un cumpleaños, una vez abajo tomamos la ancha pista del Sendero PR-A 332 junto a las canteras, al llegar al desvío que conduce al Puente obra de fábrica hacía él nos desviamos a pesar del malísimo estado de su piso con tanta piedra como allí hay, viniendo a salir al Sendero del Arroyo de Santo Domingo y desde este al Puente de Hierro y al Sendero de la Palomera para ir subiendo nuevamente hacia el Castillo del Maimón
Al llegar sobre la Pasarela se despidió Manolo Ponferrada y algo antes lo haría Juan Ruiz, consultamos el reloj e íbamos bastante adelantados sobre el horario previsto hasta el extremo que nos tuvimos que detener un rato sobre un banco para regular la hora.
Con el permiso oportuno de la gerencia preparamos dos mesas para los compañeros que
pudieran llegar siendo por orden de llegada: Juan López Dobao, Gaspar Avilés Valle, Aurelio Martínez, Juan Gañán, Antonio Espejo, Agustín López, Manuel Borrego, Miguel Rodríguez (Miki), Enrique Aguilar, Rafael Jiménez, José Obregón, Guillermo Medina y Félix García Carrasco, nos quedamos esperando al amigo Antonio Corpas, pero la situaciones son las que mandan en cada caso y no pudo venir.
Llegó la hora de sacar las viandas previamente preparadas en consistentes tarrinas conteniendo jamón, queso, morcilla y chorizo que con los oportunos bebedizos del bar fuimos consumiendo acompañados también con el Montilla-Moriles, degustando sabores y como siempre al segundo round se brindó por el cumpleañero deseándole que cumpla muchos más y que con tal motivó tengamos ocasión de volver a juntarnos, luego y una vez acabado el consumo y tras abonar aquello que se debía nos fuimos con viento fresco a la calle cuando eran las 14 h. y derechos como una vela a casa que para al cumpleañero le esperaba un tarta y menos mal que fue una y no un tortazo.
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