Avrelivs-J. Gañán
Félix-M. Molina
A. Espejo-M. Gómez
R. Valencia.
En el Bus son salida prevista a las 7,15 h. de las Plaza de las Tres Culturas frente a la estación de Renfe, nos desplazamos hasta las cercanías Gasolinera Cruce de Trassierra desde donde iniciamos una marcha senderista a las 7,45 h. a través del muy tupido Sendero PR-A 343.
Este Sendero discurre entre quejigos y brezos donde difícilmente penetran los rayos solares, es magnífico para este tiempo con tanto calor como tenemos encima son constantes las subidas y bajadas en unos quinientos metros donde pronto llegaríamos a cruzar un puente de madera sobre un arroyo cuyo nombre desconocemos seguidamente se hizo ver un extenso bosque de pinos.
El descenso finaliza algo antes de llegar a la entrada Urbanización Pinar de Torrehoria, lugar este desde donde decidimos buscar veredas que nos fuesen desconocidas y lo conseguimos, pero por escaso tiempo, nos llamó mucho la atención una alcubilla que nunca antes habíamos visto en las cercanías Cortijo del Caño de Escarabita, de análoga o parecida factura a la existente en La Conejera pero igualmente sin una gota de agua.
En el primer venero nos detuvimos para contemplar el paisaje, lástima que el caudal del acuífero en la actualidad sea tan reducido, la cascada hoy no formaba la cola de caballo de otras veces y las pozas de agua aunque escasas invitaban a darse un baño con estos calores.
Al parecer es aquí donde comenzaba el célebre acueducto de Valdepuentes de origen romano del siglo I con más de 18 km. de longitud, en época islámica nos cuenta la historia que fue aprovechada toda su estructura para conducir el agua a la ciudad palatina de Medina Azahara.
Ya se van notando las plantaciones de nuevos árboles de las especies adecuadas a los bosques de galería y de ribera en estos sotos del Bejarano. la enfermedad de la grafiosis de hace algunos años afectó notablemente a toda esta zona.
Calcopirita |
Ahí está Juan Gañán. |
Junto a las antiguas bocaminas de calcopirita, (mineral natural compuesto de cobre y hierro), allí nos detuvimos no solo para tomar la pieza de fruta (PARADA Y FRUTA), sino también para curiosear y echarle un vistazo desde fuera a los oscuros pasadizos de estas minas que tantos cientos de años estuvieron en explotación.
Ahora caminamos por la margen izquierda del río Guadiato salvando aquellos escollos pedregosos que van apareciendo al paso entre un autentica selva, es aquí donde el río aparece ancho y hermoso, en esta zona es donde las personas aprovechan para darse un baño, no obstante todavía se ven cosas inadmisibles tales como restos de desperdicios y latas vacías tratando de ocultarlas en los rincones; no nos vamos a enterar nunca que jamás deben dejarse desperdicios tirados en el monte, ni en el campo cuando se va de excursión, ni nunca.
Llegó el momento de detenernos un ratito para visitar las ruinas del Molino del Martinete casi escondidas entre la fragosidad de la intensa vegetación y el agua del río; este molino tenemos entendido que se remonta a época árabe (Siglo X), donde fueron famosos los antiguos batanes cordobeses de aquellos tiempos que conocieron de primerísima mano la manufactura de paños, en aquel lugar todavía se mantienen enormes paredones de mucha antigüedad en lamentable estado ruinoso que dan al lugar a un interesante aspecto que evoca al pasado.
Córdoba entre los siglos X y XII se había convertido en una de las mayores productoras de paños para Al Andalus, el molino ha sido reestructurado con el paso de los siglos y todavía se puedan apreciar los arcos ojivales y de herradura así como fuertes muros de grandes sillares que sujetaban la noria que accionaba las piedras de la molienda para batir el cobre.
Siguiendo la senda del camino adelante llegamos a lo que se conoce como Baños de Popea,como es consiguiente hubimos de ir salvando las dificultades existentes relacionadas con las diferencias de altura y otras, el lugar es precioso pero no hay agua y la cascada no está activa, algunas fotos nos hicimos en aquel lugar donde pronto nos fuimos de allí.
Pozo de la Nieve |
Una vez en la Vereda Pasada del Pino nos dirigimos a la barriada de Santa María de Trassierra optando hacerle una visita al Pozo de la Nieve, este al menos tiene tres direcciones de entrada bien señalizadas, la más cercana parte de Centro de la Barriada, nosotros tomamos la que se bifurca a orillas del sendero paralelo a la Carretera que va a Córdoba, bastante más alejada, una vez Cerro arriba pronto aparecería aquello que íbamos buscando protegido por una verja de hierro que impide asomarse al interior.
Internet nos facilita la siguiente información en relación a este Pozo de la Nieve y su historia al máximo detalle: SIC.
El comercio de nieve y hielo fue un lucrativo comercio que existió hasta el siglo XIX
cuando comenzaron a aparecer las hieleras.
Fue en 1823 cuando un empresario cordobés, Juan Rubio, que prácticamente monopolizaba el comercio de nieve en Córdoba, comenzó a construir allí su actividad y obtener un mayor margen de beneficio al disponer de género en abundancia de cara a su venta en verano.
Este pozo aparece a la vista como una estructura en forma de cúpula que no levanta más de unos tres o cuatro metros del suelo, hasta que el visitante se aproxima a la entrada y comprueba el gigantesco volumen de hielo que podía acumular la estructura subterránea de unos diez metros de profundidad, que se iba llenando con el producto de las nevadas invernales hasta que estaba completa, momento en el cual se procedía a su cierre y aislamiento con cámaras de aire, porcelana en las cubiertas y otros sistemas que, junto a su localización en umbría y bajo el suelo contribuían a que las pérdidas por fusión del hielo resultaran aceptables para el negocio.
Posteriormente el hielo se vendía en diferentes establecimientos de la ciudad como en el Barrio de San Miguel, calle del Reloj o el Barrio de San Lorenzo.
VIDEO DE TRASSIERRA
A las 12 h. ya estábamos bajando del Cerro Pozo de la Nieve y al Centro de Mayores nos fuimos parar, de momento cuatro de los siete que íbamos cogieron la caja que contenían las fichas de Dominó y comenzaron a echar la partida, refrescamos los gaznates y uno de los que no le gusta el juego y sí la lectura encontró distracción con un libro de la pequeña biblioteca de aquel Centro que desde hace mucho tiempo lo venía buscando, se trata de una novela de Julio Verne que versa sobre los viajes en el mar y de la Marinería.
Cuando se aproximó la hora del Bus nos desplazamos a la cercana parada hasta que pronto apareció la mole verde de la empres Aucorsa que nos llevaría a Córdoba donde dimos por finalizada la marcha de hoy a las 13,25. H.
¡¡¡HASTA OTRA!!!
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