miércoles, 9 de octubre de 2019

Córdoba, MARTES DÍA 08 DE OCTUBRE DE 2019 MARCHA SENDERISTA OBEJO VILLAHARTA A TRAVÉS DEL SENDERO GR-48 - OBEJO-SENDERO GR 48-CAÑADA REAL SORIANA-LOS LLANOS DE VILLAHARTA- CAMINO DE LAS MONJAS-VILLAHARTA-CRUCE DE VILLAHARTA- REGRESO A CÓRDOBA EN EL BUS DE LAS 14,30 DESDE CERRO MURIANO-Km. 18

Senderistas.-
Avrelivs-Juan Ruiz
Félix García-Antonio Espejo
José Pérez Egea 
y Francisco Pérez Gálvez

Cartel informativo Sendero Sierra Morena.
Obejo iglesia de San Antonio Abad.
Para hoy teníamos previsto desplazarnos desde Córdoba-Cerro Muriano -Obejo para realizar la ruta del GR-48 desde esta última  a la de Villaharta. 
POBLACIÓN DE OBEJO.

En aquellos altos de Obejo un tanto escondidos junto a las proximidades Iglesia de Santo Antonio Abad se encuentra el lugar para el  inicio del camino,  para llegar a él obliga  a tener que ir  transitando por estrechas y laberínticas   calles urbanas  donde  se aprovecha  para tomar un café y una tostada en el Bar Casa Morales.
                                             
Bar Casa Morales.
Ahí estan seis los caminantes de espaldas -
falta el que hizo la foto.
A las 9,10 se detuvo el Bus en la población y tras el desayuno a las 9,30 h. comienza la caminata descendiendo a través de una verde senda  que baja desde  una altura aproximada de 1800 mts. hacia la llanura en el valle que lo circunda,   esta  bajada al menos requiere cierta  pericia   toda vez que bajo  la verde hierba se esconden piedras de mucho calibre que a veces por algún descuido  se suele  producir alguna torcedura de  tobillo o algún que otro esguince, circunstancia que al menos  conviene                          extremar  los  cuidados.                          

La Sierra es morena.
             
Prado de llanura.
                              

Olivar.

Casa de Labor campestre.







Una vez abajo comienzan a  divisarse terrenos de dehesa donde el ganado pasta con indiferencia hacia el paso de aquellos visitantes que con curiosidad miran  alrededor de ellos,  luego se van sucediendo  las subidas y bajadas  a través del asfalto de una carretera  rodeada  de fincas de olivar.    
    Proseguimos  carretera adelante   ignorando a dónde nos conduce ya que los carteles informativos brillan   por su ausencia, especialmente  en los desvíos,  lo cierto que por allí proliferan verdaderos  bosques de dehesas que en la actualidad  y con la sequia que tenemos encima estan secos.

Caminando.
    
Cartel Obejo-Villaharta.
Cortijo, hacienda, lagar.
Ganado.












Los desvíos  no señalizados también  se suceden   teniendo que  recurrir una y otra  vez a las consultas  del GPS,  un error en aquellos solitarios parajes por falta de señalización  podría  acarrear  no muy   agradables consecuencias. 

En uno de aquellos lugares esta vez bien señalizado algún mal intencionado de los muchos que andan por la vida  había invertido el letrero intencionalmente  en una de las indicaciones  quedando su leyenda de tal modo que inducía  a error en la  interpretación pero gracias al GPS  se pudo evitar el entuerto.
Seco lecho del arroyo.
  Llegó el momento de enfilar el rumbo hacía el seco lecho del arroyo Guadalbarbo que  a lo largo de su existencia ha tenido que soportar multitud  de riadas,
                                                                     
Caballos en la dehesa.
En alguna que otra finca pudimos advertir la presencia de bonitos caballos que con mucha curiosidad nos miraban, ja, ja, ja, Juan Gañán les habló dulcemente  preguntandole, ¿vamos bien por aquí a las Serranas?, estos   al hablarles se comportaron  tal como si nos entendieran,  se pusieron  tan contentos que daban  alegres y ágiles  cabriolas y no menos  rápidos giros y alegres galopadas.
                                                                           
         Luego serían dos burritos aquellos que tímidamente  se asomaron para curiosear desde su lugar de apacentamiento,  nos dio la sensación  de estar un tanto extrañados al vernos caminar por aquellos solitarios parajes,  ahí están los dos como inseparables hermanos.
Arroyo Las Serranas.
Camino de Las Monjas. en el Sendero GR-48

     Por aquellos solitarios parajes se encuentra  un arroyo de escasa agua  por no decir ninguna llamado de Las Serranas donde en tiempos del pasado solían ir las mujeres  de aquella serranía  a lavar la ropa y a tenderla sobre la verde hierba  para  secarse  bajo la solana.
                                                                           
Así lavaban la ropa las mujeres en tiempos antiguos.
Cartel indicador Obejo-Villaharta.
Otro cartelito.
Uno de aquellos cerros esparragueros.
La Solana del barranco.

Cuando ya calentaba el sol en exceso subiendo por aquellas zonas través de la carretera CO 3176 junto al arroyo Guadalbarbo, vinimos a salir
  a una  señalizada vía pecuaria indicando que a las distancia de 2,600 kilómetros se encontraba el lugar de nuestro destino Villaharta, pasamos junto a la vereda  que marca la ruta del Camino de Santiago,  después  proseguimos en busca del conocido  Bar llamado  Santa Elisa-
Iglesia de Villaharta.
Bar Santa Elisa.
El Cochifrito.
A las 13 h. estábamos  entrando en el indicado lugar donde sirven el cochifrito  y a medida que fuimos llegando se solicitaron  los refrescos y el pulque así como dos fuentes de dorado jalufo en forma  de cochifrito que devoramos en escasos minutos.
Tiene buena cara ese cochifrito.
Ahí está el Grupo de los Siete  Super-Épicos.

 Como el reloj marca inexorablemente las horas llegó el momento de ahuecar y de levantar el campo  quedando  a la espera del microbús que nos transportaría a Cerro Muriano, donde tuvimos que transbordar al bus de línea de las 14,30 y a las 15,15 h. en la  cordobesa Plaza de Colón. 

                                                                                 
                                       

CONCLUSIÓN FINAL.- Muchos autobuses, mucho calor  y excesivo caminar a través de la  carretera.  

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