SENDERISTAS.-
Avrelivs- J. Ruiz-
Antº. Rodríguez-
Antº. Espejo-
Agustín López.
Hoy teníamos marcha prevista desde el pasado jueves para subir a Las Mesetas del Sol, hay también quienes llaman a este lugar Mesetas Blancas, el motivo tal vez sea por el color blancuzco que tiene toda aquella alta superficie de piedra caliza.
Lo cierto que para llegar hasta allá arriba entramos por el Barrio del Naranjo y el Castillo Maimón, luego hay que ir descendiendo alturas y dirigirnos hacía el lugar conocido como La Palomera Baja y su piramidal fuente de agua potable
Este lugar está muy protegido por árboles de la especie ailanto tanto que aquello parece una jungla, junto a ellos discurre el arroyo de La Palomera que viene a desembocar unos 100 metros más adelante en el arroyo Pedroche, casi debajo del Puente de Hierro.
Proseguimos caminando y a unos 60 metros existen bien señalizados los senderos del Arroyo de San Domingo y el Pedroche, tomamos este y nada más entrar aparecen los restos de una piscina campestre con bastantes escombros en su interior, todavía mantiene el color azul con que fue pintada en sus remotos orígenes.
Junto a ella hay una higuera y ya estamos en el Sendero del Arroyo Pedroche y por el vamos a ir caminando por lugares muy tupidos y cerrados por la extensa vegetación silvestre.
Luego pasamos por terrenos correspondientes a la Finca de la Trinidad, la Cueva y su fuente que en la actualidad vierte un generoso chorro de agua que se va deslizando hacia el arroyo, este tramo tiene tal frondosidad y espesura que da la sensación de caminar por una jungla
Por este sendero abunda el lentisco, las verdes hojas de acanto, la adelfa, el hinojo, los olmos, los álamos blancos y la coscoja, además de una variada cantidad de pájaros silvestres de distintas especies vayan de ejemplo el pinzón, el herrerillo, el carbonero, el mirlo y la curruca y sobre todo y en los meses de Abril y Mayo se escucha al ruiseñor en sus sotos con sus continuas sinfonías.
Este pájarito es el ruiseñor, mientras la hembra incuba los huevos el canta tanto de noche como de día.
Caminando por este lugar y tomando como referencia una enorme meseta de piedra caliza se encuentra La Meseta Blanca o del Sol, al pie de la misma nos llegamos a detener en torno a las 9,15 en el lugar que los de este grupo le llamamos las "Piedras" se trata de una zona bastante rocosa donde es costumbre la detención siempre que caminamos por este lugar sobre todo para tomar la pieza de fruta.
En época de fuertes lluvias es un espectáculo visitar estos lugares, aquí en las piedras se produce la fusión de las aguas del arroyo de La Ventilla con las del Barrionuevo que previamente ya viene crecido de más arriba por la unión de otros regatos como el de Las Porras, llegando a formar una atronadora y agradable cascada en un resalto de piedra, luego a su vez se forma un remanso de cristalinas aguas.
También llegaría la hora de levantar el vuelo y cruzar cada cual como pudo las piedras y las escasas aguas del Barrionuevo para caminar por una zona muy abierta y desprovista de árboles pero que discurre muy tupida entre junqueras y adelfas hasta llegar a encarar la cara norte de la Meseta, por allí baja el arroyo de La Ventilla, este viene muy escaso de agua, lento y perezoso, lo cruzamos y da comienza la escalada que nos vino a durar cerca de cuarenta minutos.
Lamentablemente por aquellos lugares había un motero acelerando el vehículo una y otra vez tratando de subir una montaña y contaminando la atmósfera con los humazos y con los ruidos del motor; bien saben estos moteros que están prohibidas la circulación de esos vehículos por estos lugares, ellos tienen designado su sitio en el circuito de Almodóvar de Río y bien cerca lo tienen.
Lo cierto que en una de sus libres caídas estuvo a punto de arrollarnos y que gracias a su pericia y dominio de la moto no se produjo el incidente, este motero casi no podía vernos ni tenía visión suficiente para ello por la orografía del terreno, al parecer no esperaba caminantes por aquel lugar.
A las 10 h. culminamos la subida con la respiración algo jadeante por lo quebrado y resbaladizo del terreno, no obstante allá arriba nos extasiamos contemplando el paisaje que a la vista se ofrece, vaya de ejemplo el Cortijo Vaquería de Los Pradillos, el antiguo trazado Vía del Tren de la Sierra, Las Antenas de Radio Televisión, el Santuario de Santo Domingo los blancos chalets que lo rodean y en la lejanía la ciudad cordobesa y Torre Árboles como punto geodésico, también las ruinas del un cortijo que al parecer tomar el nombre del arroyo La Ventilla, si bien los de este grupo le solemos llamar bromeando el Castillo de los Templarios.
Llegado el momento oportuno y tras las correspondientes fotos iniciamos la bajada hacia el camino de regreso con la prudencia y cuidados que requiere esta bajada hasta llegar a cruzar el arroyo Pedroche situado por debajo de Los Pradillos y las antenas, también llegó el momento de pasar por el lugar donde debajo de la montaña había varios jóvenes en la zona de las charcas donde discurre como un río el arroyo Pedroche.
En ese mismo lugar hace algunos años y caminando en solitario no me pude resistir a bajar y darme un baño en sus templadas aguas con la misma ropa que vine al mundo allí me encontraba tan feliz y contento.
Atras fuimos dejando otra vez el ruinoso el Cortijo llamado Valero en Terrenos del Orive, luego La Trinidad, la Cueva y su fuente donde había bastante gente joven y familias enteras de acampada que a jurar por sus disposiciones ya estaban dispuestas a hincarle el diente a las abundantes viandas que iban sacando de bolsas y macutos.
Más adelante se asomó desde la distancia ese gigantón Puente de Hierro como señal inequívoca que ya estábamos finalizando nuestro recorrido, desde allí abajo se despidieron hasta el martes próximo los amigos Antonio Rodríguez y Juan Ruiz, el resto que ya éramos tres proseguimos hacia la Palomera hasta salir al Barrio del Naranjo y la muy moderna Pasarela, luego al Parque de la Asomadilla, Santa Rosa y la Avenida del Brillante desde donde nos fuimos a refrescar la garganta a una de las terrazas que hay abiertas en el Barrio de la Huerta de la Reina; una vez acomodados degustamos una rubita cerveza seguida de un medio como aquí decimos a un vaso de vino fino de Montilla o de Moriles.
¡¡¡AHÍ TE QUIERO VER!!!
PARA EL MARTES HAY MARCHA PREVISTA ANDANTE A SANTA MARÍA DE TRASSIERRA CON SALIDA DEL LUGAR DE COSTUMBRE A LAS 7,30 H.
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