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Virgen de la Sierra | |
Hoy hemos echado en falta la presencia de tres caminantes que bien seguro deben estar en el pueblo de su natalicio y crianza, la antigua Igabrum romana o la Egabro de los visigodos, hoy llamada Cabra de Cbª la patria chica de D. Juan Valera y otros muchos hijos ilustres que a esta población gloria y fama dieron. Las inmediaciones del Picacho se colmaran esta tarde por una abigarrada y entusiasmada muchedumbre para ver iniciar la “bajá” de la Virgen de la Sierra, los cánticos, vivas y aplausos romperán el silencio de aquellas altitudes que no cesaran hasta que la imagen entre sobre las andas sostenidas por fervientes creyentes en la Parroquial iglesia San Francisco y San Rodrigo.
A las 7,30 h. se emprendió la marcha buscando feudos de la Viñuela, pronto vimos a distancia a Joaquín y su perro Lope, poco más adelante caminaba su señora acompañaba de otros dos perros de distinta raza, le dimos una voz y se detuvo hasta que llegamos a su encuentro, atrás quedó esa joya mecánica de la arqueología agrícola como es la noria, poco después llegamos a la lustrosa higuera de este entorno donde nos detuvimos casi de forma accidental y algún repaso se le dio acopiando algo de sus frutos sobre la fugaz marcha.
Hoy sábado como los próximos venideros ha previsto esta especie de humilde Comunidad como día idóneo para caminar con paso sosegado y relajante para respirar sin jadeos los aires que todavía permanecen por fortuna exentos de contaminaciones, permitiendo conversar sobre la marcha. Llegó el momento de abandonar terrenos de coscoja y encinas para introducirnos por el reiterado y muy tupido bosque donde el pino piñonero hace gala al mostrar su abundante presencia, luego cruzaríamos el secano en este tiempo arroyo de Santo Domingo, para salir a la Pista o Veredón donde hicimos la clásica PARADA Y FRUTA en el lugar de costumbre.
Posteriormente consideramos insuficiente lo ya andado siendo todavía hora tempranera, determinando hacer más largo el trayecto a recorrer a través de Veredón, en aquel momento entre matorrales salió un cazador con escopeta enfundada colocada sobre sus hombros en forma de bandolera iba montado en una motocicleta, le dimos una broncazo monumental, pero se hizo el distraído, sin duda por su falta de responsabilidad civil.
Atravesar montes llenos de matorral secano en una moto y en este tiempo puede ocasionar chispazos que degeneren en incendios forestales con lamentables consecuencias.
Continuamos nuestra marcha para desviarnos hacia la derecha tomando el sendero del arroyo Pedroches, pronto llegaríamos a terrenos de La Trinidad, su fuente afortunadamente todavía vierte agua y allí refrescamos los brazos y nunca, ello es muy saludable y evita los golpes de calor y para no ser más prolijos finalizamos nuestra etapa tras cruzar el poco atrayente Circuito de La Asomadilla donde el sol castiga con fuerza al estar desprotegido de árboles de sombra, al llegar a la Cruz de Juárez dimos por finalizada la etapa de hoy.
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