Senderistas.-Romero, Herminio, Molina, Corpas, Jiménez, Ruiz, Borrego, Aurelio.
Cronista: Aurelio---Blog: Juan
A primera hora de de la mañana fueron acudiendo al lugar de concentración los senderistas indicados, reunidos ya en número suficiente hubo que sacar el pendiente tema relacionado con el horario de salida, al objeto de adoptar nuevas decisiones respecto a esos cinco minutos que le llamamos “cortesía,” por llamarlos de alguna manera, que en su día se suprimieron por cuestiones que ahora no es de incumbencia entrar en detalles.
Hoy se ha decidido mayoritariamente retomar la norma anterior, con la salvedad que el horario de salida es a las 8 h., el tema de la espera a esos cinco minutos, no se puede ni debe entender que la salida suponga salir a las 8,05 h. todos sabemos a que nos referimos, y cual es el verdadero espíritu de la palabreja inductora a errores interpretativos, para ser más exactos todo es cuestión de alguna paciencia en espera de algún que otro minuto por si alguien se retrasa, una vez salvada la cuestión se emprendió la marcha por la ruta que correspondía al día de hoy.
Anunciadas teníamos precipitaciones desde el día de ayer, no obstante la mañana no aparentaba lluvia, aunque bien sabemos que la meteorología en los tiempos que vivimos no suele sufrir muchos errores, salvo cuando se equivoca, de hecho todos íbamos provistos de paraguas, impermeables y botas.
Al llegar al Circuito de la Asomadilla comenzaba a asomar el disco solar que iluminaba el firmamento con radiante luz crepuscular, pudiendo obtener una foto durante el breve periodo de su salida, poco después observamos desde la distancia la presencia de un mochuelo posado en todo lo alto de esos modernos postes de alumbrado existentes, Herminio obtuvo la foto, los tiempos modernos permiten sacar con rapidez esa maquinita que dispara con prestancia.
Al llegar a Calasancio ya empezaron los nubarrones a descargar con benevolencia, como es lógico y natural había quien consideraba inadecuado caminar por aquellos parajes por temor al posible barrizal que pudiera ocasionar la lluvia, normalmente en la sierra no suelen haber charcos con las primeras aguas, de modo que entre “dimes y diretes” fuimos caminando en busca del eucalipto, al llegar a las ruinas del cortijo Antonio Corpas encontró un espárrago
ya hermoso, exclamó ¡este para el arroz¡ llegamos al Mirador del
Pozo, allí hicimos la PARADA Y FRUTA, Herminio colgó el paraguas de una forma un tanto peculiar, es decir abierto y colgado sobre las ramas de una encina, ello supuso la admiración de Rafael Jiménez, a mi aquel cuadro me recordó dos películas, una de ellas fue Cantando Bajo la Lluvia cuyo protagonista fue Gen Kelli, otra My Fair Lady, basada en Pigmalión, interpretada por Audrey Hepburn, y que Manolo Ponferrada cuando esto lea, buenos recuerdos le traerá al menos la película de mi bella dama, nosotros te enviamos cariñosos recuerdos por este medio, deseando pronto te repongas y te reincorpores al grupo, sin prisas amigo Manolo.
Presto nos apresuramos a reiniciar el camino con dudas para llegar al Mirador de San José, la mañana no estaba como para andarse en contemplaciones ni rodeos dubitativos por ello tomamos una vereda que conduce hacia el Cortijo de La Viñuela el que dejamos a nuestra izquierda, después el sendero de la derecha y al poco observamos una salamandra preciosa de vellos colores arrastrándose por el suelo mojado, le hicimos la oportuna foto, la oscuridad mañanera la hizo opaca, no obstante se adjunta,
continuamos adelante hasta girar a la izquierda para tomar el sendero que permite penetrar al bosque selvático, aquí empezó a arreciar el agua, el grupo en su mayoría y con justificadas razones consideró volverse hacia el Barrio del Naranjo, los paraguas abiertos impedían caminar por tan tupido bosque, supongo que su regreso y desde aquel lugar lo harían hacía el Mirador de San José, para después tomar el sendero de La Palomera, Maimón, El Naranjo, etc. hasta llegar a Cruz de Juárez.
continuamos adelante hasta girar a la izquierda para tomar el sendero que permite penetrar al bosque selvático, aquí empezó a arreciar el agua, el grupo en su mayoría y con justificadas razones consideró volverse hacia el Barrio del Naranjo, los paraguas abiertos impedían caminar por tan tupido bosque, supongo que su regreso y desde aquel lugar lo harían hacía el Mirador de San José, para después tomar el sendero de La Palomera, Maimón, El Naranjo, etc. hasta llegar a Cruz de Juárez.
Manuel Molina y el que esto relata optaron caminar por el bosque de pinos a pesar de las inclemencias del tiempo, dificultades solo hubo las inherentes al clásico senderismo cuando además arrecia con fuerza la lluvia, poniéndonos de agua hasta las trancas
como vulgarmente se suele decir, se cruzó el arroyo Santo Domingo y subimos montaña arriba para seguir caminando en ascenso continuo hasta introducirnos por terrenos que en nuestra jerga le llamamos “Las Cumbres”, aquí arreciaba con fuerza el agua, el disfrute con la lluvia torrencial a mi personalmente me supone una satisfacción plena; os diré que en aquellas altitudes el terreno es arcilloso y como consecuencia la tierra no absorbe, formando los consiguientes charcos los que se pueden evitar mediante rodeos se evitan, aquellos que no fue posible se pasaron por encima de ellos, aún a costa de mojarse las botas, esto en el senderismo es normal, bien saben de ello los que han caminado con la organización que dirige José Aumente Rubio.
como vulgarmente se suele decir, se cruzó el arroyo Santo Domingo y subimos montaña arriba para seguir caminando en ascenso continuo hasta introducirnos por terrenos que en nuestra jerga le llamamos “Las Cumbres”, aquí arreciaba con fuerza el agua, el disfrute con la lluvia torrencial a mi personalmente me supone una satisfacción plena; os diré que en aquellas altitudes el terreno es arcilloso y como consecuencia la tierra no absorbe, formando los consiguientes charcos los que se pueden evitar mediante rodeos se evitan, aquellos que no fue posible se pasaron por encima de ellos, aún a costa de mojarse las botas, esto en el senderismo es normal, bien saben de ello los que han caminado con la organización que dirige José Aumente Rubio.
Al realizar la bajada geológicamente cambia el piso del suelo, ahora se trata de una especie de detritus que permite a la suela de la bota ejercer la función de adhesión sobre el terreno, impidiendo todo tipo de resbalamiento o deslizamiento.
Dejando el veredón o pista hasta el desvío hacia el arroyo Santo Domingo no hubo problema alguno ni charcos que pudieran salvarse sin molestia, respecto a la bajada sobre el arroyo bien conocemos sus dificultades, ya caminando sobre su sendero hay un gigantesco pino partido interceptando el paso, posiblemente se haya quebrado por exceso de peso y como consecuencia del vendaval ocurrido el pasado domingo día 3, desde esta página sugerimos al organismo que proceda dispongan lo conveniente para su retirada, es posible que Medio-Ambiente, nada sepa de ello, si es posible haremos alguna gestión de forma directa.
A pesar de las lluvias caídas en turbión no fue causa para impedir que los ciclistas y atrevidos senderistas dejasen de hacer este recorrido, en bastante minoría en relación a otros sábados, al llegar a las proximidades del Maimón nos cruzamos con un senderista que dijo ¡esto no es nada¡ agua, agua es lo que hace falta, esto es bueno.
Yo para mis adentros dije la suerte está echada, ya no hay remedio que impida este alegre remojón hasta las mismísimos… continuamos en busca del Barrio Naranjo, cruzamos la Asomadilla y en Santa Rosa me despedí de Manolo Molina para ir a vuestro encuentro, suponiendo que habríais llegado bastante antes que nosotros, miré desde fuera y no había nadie de modo que tomé la rápida marcha hacia casa serían algo antes de las 12 h. y calado hasta los tuétanos
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