SENDERISTAS.- Pastor, Emiliano, Gañán, Serna, Fernández, Ruiz, Félix, Guillermo, Aurelio.
Cronista: Aurelio--Blog: Juan
Para hoy día 5 se había concertado una marcha desde Córdoba a Cerro Muriano a través de la Alcaidía, para ello el amigo Juan Ruiz Lopera ya había realizado el camino y grabado la ruta en su GPS, la salida se hizo a las 7,30h.
Hoy nos dimos cita frente a la Glorieta de Chinales, a las 7,30 h. cuando todavía nos alumbraban los luceros del alba, partimos para ir atravesando modernas calles poligonales por aquellos entornos donde en su día fue cárcel que nos hicieron llegar hasta el antiguo Camino del Molino de Los Ciegos, alguno fue la primera vez que
atravesamos el Puente romano sobre el arroyo Pedroches, tantas veces visto a distancia pero jamás atravesado máxime todavía con luz nocturna, ya empezaban a clarear los albores del día cuando nos fuimos adentrando por terrenos de campiña, entre huertas y vaquerías hasta tomar la vereda de la Alcaidia, pronto aparecerían dehesas de ganado bovino donde con placidez pastaba el ganado, después irían desapareciendo esto terrenos para adentrarnos por veredas casi de sierra donde las encinas abundaban.
El Puente de Los Piconeros y arroyo de Rabanales aparecen en nuestro caminar, en sus orillas abundan viejos álamos, luego las canalizaciones de agua como las del célebre Canal del Guadalmellato, estas ya dejaron atrás la barriada de Alcolea, El Sol y Los Amigos.
Prosiguiendo el camino nos metemos en una planicie donde se muestre el bien cuidado Cortijo de Ramón Pérez, después una cancela pintada en color amarillo impide el paso, se rodea esta y llegamos a un desvío que hacía el lado izquierdo permitiría caminar hacia el Santuario de Linares y a la Finca de Navalgrulla, proseguimos camino en recto sobre una supuesta y antigua calzada romana, no faltando criterios para opinar que se trataba de la antigua Vía Augusta.
El terreno se hace cada vez más montaraz, la vegetación se va haciendo muy extensa abundan los lentisco, la encinas y esparragueras y un arroyo denominado de la Víbora, a las 9 h. nos detuvimos para hacer la imperdonable PARADA Y FRUTA, momento que el amigo Félix se desmarcó por aquellos parajes guiado por su afición a observar las esparragueras, regresando al poco con un botín, unos esparraguillos todavía jovenzuelos y tiernos, se los dio a Juan Serna y este se los comió crudos. Estos han brotado con las primeras aguas de hace dos días.
Continuamos ahora hay que subir una empinada cuesta y salvar otra cancela que nos indica "ganado suelto", la rodeamos y nos aparece un estrecho sendero por el que vamos pasando casi en fila de a uno y a las 9,40 nos plantamos en las ruinas del Cortijo de la Alcaidia, se trata de una finca rústica hoy en abandono, su ruinas nos hablan que en otros tiempo tuvo mucha importancia, una vieja noria, varios pozos, una enorme pila labrada sobre tosca piedra, fue la lavadora de otros tiempos, las ruinas de la casa rodeada de palmeras y árboles frutales muestran mucho encanto, Juan Pastor sacó su máquina de fotografiar con trípode e hizo la foto para el recuerdo.
Continuamos marchando ahora es Villa Chivite, otro cortijo de fama queda a nuestra derecha encima de una loma, igualmente otro lugar pintoresco llamado La Choza de los Ahorcados, sobre una vía pecuaria, viejas leyendas nos hablan de casos luctuosos que nos ponen los vello de punta.
Continuamos después de haber observado la sorpresa de los tomates, al poco ya se divisaba en la lejanía el célebre Cerro de La Coja como preludio anunciador que nuestro destino ya estaba cerca, ahora íbamos caminando en dura cuesta, si bien no muy larga, semiculminada la subida nos aparece el cerro de la Piedra Horadada, ya se puede decir que se ha culminado virtualmente el
camino, a este lugar desde tiempo inmemorial se le conoció con la denominación de las "Gachas Negras" a consecuencia de los imponentes montones de escorias acumuladas procedentes de aquellas minas de cobre, los lavaderos de mineral quedan a la vista en estado ruinoso son grandiosos, al parecer las últimas explotaciones mineras fueron de la firma británica COOPER COMPANY LTD. no olvidando que ya en el siglo I en pleno apogeo de la Imperial Roma y sobre todo en los tiempos del Emperador Tiberio,
Ahora mucho habría que dilucidar de donde procede la etimología del nombre Cerro Muriano, existe mucha especulación al respecto, después de leer a unos y a otros. habría también que echarle un vistazo al libro "CÓRDOBA HISPANO ROMANA" cuyo autor es Alejandro Ibáñez Castro, con prólogo de Juan Francisco Rodriguez Neila, es posible que nos saque de dudas y especulaciones y nos guíe al camino certero.
Nueva foto junto a la Piedra Horadada, finalizada la pose emprendimos la marcha subida arriba dirigiendo los pasos hacía el Museo del Cobre a fin de realizar la visita cultural, no estaría bien hacer aquí una descripción de todo aquello ya que nos entregaron el folleto explicativo, no obstante se compone de tres salas, la primera muestra materiales mineros procedente de esta zona Cerro de la Coja, la segunda contiene material de la Protohistoria, la tercera está dedicada a piezas arqueológicas del mundo romano, recuperadas de aquellos lugares en las excavaciones.
Los ingleses explotadores e aquellas minas cuando se fueron y antes de irse, seguro que no se fueron con las manos vacías, y es hasta posible que en los museos británicos hayan piezas procedentes del Cerro de La Coja.
Finalizada la visita a las 12,15 nos fuimos a Casa Bruno a tomar el refrigerio y en el autobús de línea de las 13 h. marchamos a casa.
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