Avrelivs - J. Ruiz
Félix - Guillermo
Antonio Espejo.
HORA PREVISTA DE SALIDA.- 8 h.
Durante el tiempo de concentración y espera a la hora de salida llegamos al acuerdo de hacerle hoy una visita al LAGO AZUL, esta vez con marcha larga, es decir a través del sendero próximo al Santuario de Linares hacía la zona de la Alcaidía y La Campiñuela Baja.
Llegó
la hora y con 16º de temperatura bajo el lema de costumbre PARTIR,
MARCHAR, CAMINAR salimos marcando el rumbo hacía el Barrio del
Naranjo, dejamosatras las nuevas urbanizaciones
de Mirabueno hasta adentrarnos por el antiguo trazado vía del tren de
la Sierra, por aquel lugar nos encontramos casualmente al amigo Antonio
Corpas que caminaba en solitario por los entornos del Castillo Maimon,
debió oír nuestras voces y se aproximó a nuestro encuentro le .../...
dimos un par de jay al estilo salvaje, respondió al mismo y tras los
saludos continuamos cada cual con nuestro camino.
A
tras dejamos la antigua estación o mejor dicho el Apartadero de Mirabueno, este se conserva estupendamente.../...
gracias
a estar o bien alquilado en arrendamiento o en propiedad privada al haber sido
vendido el inmueble por el Patrimonio de Renfe, algunos imborrables recuerdos trajo a la memoria, también llegó
el momento de cruzar el Puente de Hierro que salva el Arroyo Pedroches con sus
152 m. de longitud y sus 33 mts. sobre el fondo del arroyo y sus bonitas
huertas.
Llegó
el momento pasar junto a las antiguas
canteras de áridos y abandonar estas cruzando la carretera 432 con dirección hacia el Cardador
Sierra y La Colina por el caminito de Linares entre veredas y verediilas que
nos
condujo al poyete de costumbre en las cercanías Santuario Virgen de Linares donde nos detuvimos a las 9,45
para tomar el refrigerio (PARADA Y
FRUTA) y alguna que otra foto, también tuvimos la
idea de echar un vistazo desde abajo al Cerro de San Fernando, allí ondea la bandera de España, nos dio la
sensación que se encontraba un tanto ajada por el tiempo y los elementos
atmosféricos, tenemos pendiente de hacerle una visita, ya lo intentamos una vez
y no dimos con ella quedando casi extraviados por aquellos muy tupidos montes, no pudimos localizar la
vereda que conduce a ella, tuvimos que desistir en el intento por el excesivo
calor que hacía. Haber si encontramos a
alguien que conozca el camino con mejor fortuna que el de nuestro intento.
Llegó
el momento de reanudar el camino tras haber repuesto los ánimos tomando un desvío a la izquierda con dirección al
Santuario con cancela metálica cuya puerta
abre o cierra mediante un lazo de
hierro, abrimos este y penetramos hacía el sendero de La Alcaidía envueltos entre
matorral y lentiscos bastante pedregoso por cierto en múltiples sitios, no obstante no está mal
para caminar por el en este tiempo seco
donde los dos bastoncillos metálicos juegan un papel importante para los
apoyos, en época de lluvias que tanto escasean
ya será cuestión de pensarlo más de dos veces antes de entrar en él.
En
nuestro caminar nos aparecería un cartel color amarillo
indicando que por aquel lugar pasa el Gasoducto Enagas-Córdoba-Badajoz, desde este lugar cambia el perfil del camino en descenso
continuo donde pudimos avistar el viejo Cortijo en explotación de
Navalagrulla y una alberca llena de agua
posiblemente para abrevar el ganado,
alguno dijo sobre la marcha preparar los capotes que por aquí suelen
salir toros y nos pueden cornear, pero esta vez no vimos ninguno,
solamente la cadena
montañosa de la sierra de Alcolea que se
abre como por encanto a la izquierda de
nuestra marcha, buen lugar este para ir en busca de espárragos en este
tiempo, ya se ve crecer la nueva verde hierba en
algunos sitios y algunas manchas de blancas florecillas silvestres
en el suelo.
Llegó
el momento de cruzar el seco lecho de un
par de arroyos que posiblemente se llamen
de La Lancha el primero y Navalagrulla después, las cancelas metálicas para impedir
el paso del ganado se van sucediendo con bastante frecuencia al ser estos lugares
preferentemente de ganaderías y dehesas destinadas a pastos.
Tras
caminar por espacio de unos cuarenta minutos por estos terrenos llegamos a un
cruce o intersección de caminos cuya señalización nos indica recto dirección
Alcolea, a la izquierda Cerro Muriano y a la derecha Córdoba, como es
consiguiente tomamos este hacía el lugar conocido como La Campiñuela.
Pronto
nos aparecería desde la distancia la silueta de aquello que fue la Universidad
Laboral, luego las gigantescas canalizaciones del Guadalmellato y el Canal del
mismo nombre con sus costurones, desconchones y mellas que las fuertes avenidas de agua y sus escorrentías le han
dejado con el paso del tiempo en su estructura.
Al
llegar al Puente con el nombre de Los
Piconeros sobre el arroyo Rabanales descendí hacía sus enturbiadas aguas para
fotografiar el puente cuyo origen desconocemos, hay quien mantiene el criterio
de ser romano, otros de época califal, luego retomamos el camino para proseguir
con nuestra caminata adelante por
terrenos de la Campiñuela.
Desde
lo alto de un puente avistamos y fotografiamos las vías del ferrocarril del AVE
y del ancho nacional que en estos tiempos le llaman ancho ibérico, ambos anchos se encuentran paralelos por este
lugar, al poco pasó el tren de cercanías
de Rabanales con su clásico tran, tran, tran, luego el ágil y dinámico tren AVE con sus rugidos.
Por fin llegamos al desvío que nos permitió llegar a lo que
hoy conocemos con
el apelativo del Lago Azul, no dejando de ser una antigua cantera para
la extracción de áridos para la fabricación de cementos, en este lugar y
con el tema de las excavaciones apareció un gran venero de agua que dio
lugar a la formación de esta laguna de verdes aguas, en la parte
opuesta había una excursión de niños de algún colegio que con inusitado
entusiasmo y griterío nos saludaban desde la distancia.
Cuando
nos vinimos a dar cuenta estábamos cruzando el Puente de Los Ciegos con
sus
tres ojos de luz, luego la Joroba de Asland echándole un vistazo desde
arriba a
las vías del tren, con razón dicen que la cabra tira al monte y que el
viejo
oficio nunca se olvida, luego fuimos en busca de Chinales y Avda. de
Carlos III
donde se despidió el amigo Juan Ruiz, pero al llegar al lugar conocido
como Bar
Los Tamicos nos detuvimos en su terraza para refrescar los gaznates con
una
rubia cerveza y una buena tapa que allí las ponen en abundancia, dada
la hora que era las 13 h. ya apetecía, allí saludamos el primo de
Herminio el amigo Pepe Pérez Egea, a la finalización de la
consumición pagamos lo que se debía y cruzamos la carretera para
enderezar el rumbo camino de casa a
través de la Avenida de La Libertad o Paseo del Colesterol para acabar
la ruta
frente a la antigua estación de Renfe con cerca de 23 km. metidos en el
cuerpo,
la mañana no ha tenido desperdicio y la glucosa habrá quedado en su
nivel optimo para la próxima revista médica.
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