Avrelivs-A. Espejo
J.Obregón


Las lluvias del pasado jueves fueron tan intensas durante toda la noche y las cuatro primeras horas de la mañana que fue necesario suspender la marcha correspondiente al día, hoy sábado aparecieron las veredas, caminos y senderos más limpios que el jaspe, también las lluvias han servido para lavar los arboles de los bosques, de riberas y sotos, para que los secos acuíferos se vayan reponiendo al menos un poco; a los arroyos todavía no habiéndole afectado parada a los arroyos, mucho tendrá que llover todavía para ello.
La lluvia también ha dejado su impronta en la calle Fernández Márquez ya que esta tras la noche de San Viernes suele aparecer todo como se hubiera ocurrido una extraña y rara hecatombe, algunas veces aparecen botellas vacías en el suelo guardando extraños y simpáticos equilibrios sobre el suelo, pero hoy todo estaba súper limpio, los chicos de la noche no estaban por la labor de mojarse en plena calle con la intensa lluvia caída, ellos prefieren las cálidas noches estivales para realizar sus clásicos “botellones”.
A través de la nueva pasarela del Parque de la Asomadilla nos adentramos hacia el Barrio del Naranjo para dirigirnos a través calle Deán Francisco Xavier hacía el Castillo del Maimón desde donde comenzamos a descender hacia la zona de La Palomera Baja, una vez allí quisimos comprobar en situ el vertido de su fuente y efectivamente es muy pobre el chorreo que esta emana, pronto creemos que recuperará sus fueros ante las previsiones de lluvias que a la vista tenemos. 
Este año si continua lloviendo de esta intensa forma vamos a tener la suerte de poder ver a las setas, los níscalos, las tagarninas y los espárragos y también a los caracoles, hay quien les gusta ir a cogerlos en estos días de lluvia que entre otras cosas son muy propicios para que salgan a dar sus paseos nocturnos hasta el amanecer entre paredes, piedras y yerbas campestres.
A través del Sendero de arriba continuamos con nuestra marcha adelante en busca terrenos de La Viñuela y el Mirador de San José , aquí nos detuvimos con brevedad para echar un vistazo a la panorámica de la ciudad que ofrece desde su altura, el día estaba despejado pudiendo advertir entre otras muchas cosas la estructura del Puente de Iben Firnás desde mucha distancia.

A través del Nido del Águila conectamos con el olivar del tío Maromo ya estamos en tiempos que los olivos están cargaditos esperando la recogida de la aceituna, hay quien dice que estos no tienen a ni dueño, cosa rara esta, cosa rara esta entonces entre muchos casos se produce aquello de moto, bicicleta y bolsa y aceitunas a mi alforza evocando de algún modo la poesía de D. Antonio Machado de:
Andaluces de Jaen
aceituneros altivosdecidme en el alma
quien levantó los olivos
decidme ¿quien amantó los olivos
Vuestra sangre, vuestra vida
no la del explotador
que se enriqueció en la herida
generosa del sudor
no la del terrateniente
que os sepultó en la pobreza
parte de este paisaje bonito paisaje
En este camino de regreso pasamos debajo del Puente de Hierro donde conectamos con el sendero de La Palomera aquí pudimos ver a un caballo trabado por las patas delanteras y no muy lejos de él a un joven burrito que nos hizo mucha gracia, el animal al vernos nos daba la sensación de estar asustado y huidizo, desluego esto no se ve todos los días.

Par el próximo martes alguno ya ha quedado en ir de espárragos.
¡¡¡HASTA OTRO DÍA!!!







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