Hoy
nos hemos dado cita a las 13 h. en el Mesón de La Concordia para
hacer al amigo Enrique Aguilar Salmoral, el homenaje que bien se
merece tras haber cumplido su mayoría de edad, si bien con algunos
días retraso respecto a la fecha que cumplió esos juveniles
ochenta tacos de almanaque, las circunstancias por las que retrasamos
el evento más o menos todos las conocéis y además fueron muy
diversas.
Desde
hacía algún tiempo habíamos acordado con el compañero Juan Serna
Jiménez todo un artista en el trabajo del cuero y confección de
Cordobanes/Guadameci para que a su mejor saber confeccionara uno de
ellos como obsequio y presente dedicado al amigo Enrique para
celebrar su cumpleaños, al descubrirlo quedamos todos sorprendidos
por su finura, elegancia y belleza, en el reverso lleva adosada una
cartela de buen gusto en la que figuran todos los asistentes al
evento sumando un total de veinticuatro.
Cuando
llegó la hora todos fuimos entrando en silencio al Mesón ocupando
asiento ante la larga mesa, pronto fueron llegando las aceitunas,
el queso y también el jamón para animar el cotarro, cuando hizo
acto de presencia el Montilla y el Rioja no se hicieron de esperar
las manos para alcanzar las botellas de este líquido
anti-enfermedades escanciando su contenido en finos y elegantes
catavinos que pronto hicieron desenmudecer las lenguas rompiendo
el casi sepulcral silencio para entrar en alegres y dinámicas
conversaciones dicharacheras.
La
entrega del regalo la hizo Gaspar Avilés Valle tras pronunciar
unas palabras que en alguna medida vinieron a tener cierto
paralelismo entre la vida laboral de ambos pero por distintos
derroteros, también Aurelio le hizo entrega de un diploma artesanal que de forma simbólica le hacía
¡¡¡ADIOS,
ADIOS A TODOS!!!
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