SENDERISTAS
DEL GRUPO RAILES.-
Aurelio
Martínez Navarro.
Antonio
Rodríguez Jiménez.
Antonio
Espejo López.
Juan
Gañán Bejarano.
Juan
Pastor Ayllón.
Un
año más hemos podido colaborar con nuestra participación en la
octava Travesía Solidaria en pro de los niños saharauis,
enhorabuena a la organizadores, cada año va siendo superior el
número de participantes de distintas poblaciones y ciudades que
colaboran en esta acción.
En
torno al Albergue de Fuente Agria nos fuimos concentrando los más de
quinientos participantes para recibir las Camisetas conmemorativas de
esta marcha y a las 8 h. cuando todavía nos alumbraban los luceros
del alba de una muy fría mañana sonó la megafonía para advertir
que durante la marcha no se rebasara en ningún momento la
formación de los ruteros encargados de dirigir esta, posteriormente
sonó la orden de salida y marchando todo aquel tropel.
Tomamos
el camino de la población de Villafranca por la Circunvalación
hasta el camino de La Cobata y el de Los Mugrones y sus enormes
eucaliptos, luego vendría el de Los Almendrillos y Los Castellares,
a las 10 h. al llegar a la enorme y verde campa de la Ventilla nos
detuvimos en los puestos de avituallamiento para tomar el desayuno
de campaña, café con leche o leche con colacao y un bocadillo,
llegó el momento de reanudar el camino y en marcha donde ya
avistamos en la distancia a la sierra, la vía del tren AVE
pudiendo escuchar sus rugidos y el paso de este como un rayo al paso
por el lugar.
Una
vez entrados de lleno en aquellos montes a través del Cerro del
Palo, sus senderos y pistas con sus continuas subidas y bajadas
dimos vista a las colas del Pantano de Navallana, después y con
algunos kilómetros por esos montes y sierras se dejó ver la
blancura de la vecina población de Adamuz.
En
el lugar conocido como Mesilla o Mesetilla de Cristal hubo
detención para el avituallamiento mediante entrega de frutos secos,
agua y una naranja, ya envueltos entre tantas personas nos
encontramos a varios conocidos de hace muchos años, vaya de ejemplo
al de Joaquín Cabello y algunos otros que ya dejaron las carreras
maratonianas y pedestres, tras los saludos de rigor y alguna foto
sonó la voz de Aurrera, vamos adelante y en marcha nuevamente.
Tras
seguir caminando más de dos horas por pistas de fuertes rampas y
pendientes forestales llamadas del Herrerillo y la Serrezuela
llegamos a las 13,20 h. al bonito Mirador de Las Aves, y nuevo
avituallamiento consistente en frutos secos, cerveza, con y sin y
refrescos, larga parada para la reagrupación y fotos, llegó el
momento de reanudar el camino bajando a campo abierto por una especie
de rompe piernas donde algunos de los más jóvenes ya empezaron a
inquietar a los ruteros al caminar por donde les pareció más
conveniente.
A
las 14,07 h. algunos estábamos entrando en el Albergue Rural de
Fuente Agria donde los cocineros tenían al fuego unas enormes
paellas, nos pusimos a la cola con el vale en la mano y a esperar
que llegara el momento, todavía no estaba hecho el arroz, una vez
que terminó la cocción se puso en reposo, cuando el cocinero lo
creyó oportuno fue servido por turnos al estilo ranchero, luego
con el plato en la mano nos lo llevamos a la mesa del Bar y allí
lo degustamos con avidez, hasta nos pareció poco.
A
la finalización hubo palabras de agradecimiento por la asistencia y
colaboración, seguidamente comenzó la entrega de trofeos al más
joven y al de mayor edad tanto del género femenino como del
masculino.
Tomamos
un cafelito y nuevamente Antonio Rodríguez puso su coche en
movimiento y a las 16,40 h. estábamos ya en Córdoba habiendo pasado
un buen día al aire libre con la satisfacción de haber podido
colaborar humildemente en una causa noble y justa.
¡¡¡HASTA
OTRA!!!
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