
(S. 6) Salida a las 7,30 h. del lugar habitual determinando por  mayoría absoluta tomar la ruta de los arroyos, la muy abundante vegetación y  arbustos  impiden que los rayos solares  penetren con facilidad por estos senderos, ya va calentando el sol justiciero y  hay que protegerse de sus  efectos,  atravesamos el circuito de La Asomadilla y El Barrio del Naranjo para  posteriormente introducirnos por el arroyo de La Palomera,  vista la fuente desde la parte de arriba  parece una autentica pirámide, ahora   echa agua que es un primor, seguimos adelante para tomar el arroyo  Pedroches,  en nuestro ameno caminar  comentamos que cerca  pasaría el  acueducto romano acueducto aqua nova domitiana cuyos restos no deben quedar muy alejados, también desconocemos donde su  ubicaba  la famosa Huerta de Don Marcos,  al parecer debió estar por estos   andurriales donde Don Luís de Góngora y Argote solía pasar sus temporadas  estivales,  de todo se habla sobre la  marcha, atrás quedó el puentecillo de la finca de La Trinidad poco más adelante  una fuente que emana  chorros de agua  desconociendo si tiene algún nombre. 
  El  croar de las ranas y el canto de los ruiseñores ameniza la tempranera mañana,  nos detenemos alguna vez que otra tratando inútilmente de observar su presencia,  la sonoridad de su canto nos da la sensación de tenerlo casi encima, resultando  imposible su avistamiento, ahora caminando por el sendero del arroyo Barrionuevo  el agua hace remansos de cristalina agua, uno de nuestros entendidos  concretamente Herminio dice que allí crece la juncia y el tomillo  silvestre, optando por detenernos en  cumplimiento a la preceptiva y reglamentaria parada y fruta,  desde aquel lugar vimos a  dos chavales corriendo a paso pedestre por la margen  opuesta le preguntamos a voces si sabían  donde estaban “Mesas Blancas y Las Cuevas” estos  nos indicaron “si allí arriba” se trataba de  un serrijón que lo teníamos de frente, optamos por dejar su visita para otra  ocasión, proseguimos andando  salvando  un  roquedal que nosotros le llamamos de  “Las Pozas” poco más adelante abandonamos este sendero para subir por una muy  dura cuesta, ya está bautizada con el apodo de “Juanito Valderrama” en su  culminación se observa una hondonada que en otros tiempos fue cantera para la  extracción de piedra,  ahora en la  serpenteante bajada entre jarales pringosos salimos a la pista terriza y  pedregosa, poco más adelante nos introducimos por una empinada y resbaladiza  entrada que da acceso al tupido arroyo de Santo  Domingo ya en nuestro camino de  regreso, proseguimos caminando tomando los correspondientes desvíos  hasta salir por el mismo lugar donde habíamos  entrado, alguno bebió agua de la fuente de La  Palomera, nuevamente a la Asomadilla, Cruz de  Juárez culminando en Casa de Paco para tomar  el refresco.   
 
1 comentario:
Sois un grupo de lo más marchoso.Nunca dejo de ver vuestro blog (el más ameno, sin duda de los de mayores en red)Me anima vuestro espíritu
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