SENDERISTAS.-
J. Romero-
Avrelivs-
R. Muñoz- J. Ruiz- Félix-
Antº. Moreno y J. Gañán.
Reanudamos hoy martes las aficiones senderistas como viene siendo
normal costumbre aunque alguno casi las
haya olvidado por causas ajenas a su voluntad y por motivo cercano a
los tres cuartos de pulmonía; ya muy
dispuestos nos dimos cita en la
Plaza de Las Tres Culturas a las 8,10 h. para tomar el Bus
con destino a Santa María de Trassierra desde donde realizaríamos una marchita
a través de las Riberas del Río Guadiato y del arroyo Bejarano hacia las proximidades antiguas minas romanas de
cobre en la fragosidad serrana de la intensa sierra de Córdoba y el nacedero
del arroyo Bejarano.
Sobre
las 9 h. llegamos a Santa María de Trassierra donde mucho nos llamó la atención
esa bonita réplica del famoso elefante de época califal que en otros tiempos
presidió la fuente de dicho nombre en esta serranía cordobesa, nos hicimos la
foto para el recuerdo comentando las muchas vicisitudes de robo que a lo largo de su
historia ha sufrido el elefante; en la actualidad se encuentra en el patio del Museo Diocesano de Córdoba.
Pronto
iniciamos la marcha en una mañana algo grisácea enturbiada por algunos
nubarrones y con baja temperatura para
ir directamente en busca de la ribera del río Guadiato, alguno parce tener contacto extrahamuno con
los perros ya que en la misma parada del
Bus ya nos estaba esperando un perrito de rubio y duro pelaje que sin permiso se agregó como mascota
acompañante, pronto se pegó al que esto cuenta y relata llamado Aurelio quien
debe tener especial talismán para con estos animales.
Cuando
nos vinimos a dar cuenta apareció entre los árboles la silueta del río Guadiato,
estaba apacible, tranquilo, ancho y
reposado con aguas transparentes y
limpias color verde turquesa, al fondo y
a la izquierda de nuestra marcha se mostraba como un gigantón en la altura el Cerro de Pedro López, algunos recuerdos
trajo a la memoria aquel lugar cuando en compañía de Juan Pastor Ayllón como
conocedor de aquellos pedregosos senderos nos hizo sudar la gota gorda.
En
este tiempo invernal el sendero de la ribera del río Guadiato en algunos sitios
nos muestra su cara más amable y
generosa a modo de esponjosa alfombra
formada por la abundante caída de hoja seca que se acumula en el suelo, la
planta del pie y el puto espolón mucho
lo agradecen, en otros muchos sitios el piso del sendero se va
convirtiendo en pura y dura piedra
granítica con salientes dificultosos que es necesario esquivar hacia uno y otro
lado.
Seguimos
adelante pasando junto a la hermosa piedra donde otras veces hemos hecho la
comida campestre y continuamos viendo
como los patos salvajes levantaban el vuelo al observar nuestra presencia,
luego pudimos advertir con alegría que todavía permanece la antigua liana colgando
de un árbol a la orilla del río y que
sirve a la gente joven para lanzarse al agua como en aquellas antiguas películas de Tarzán, esta seguro que tiene por
lo menos dos quinquenios de antigüedad.
Llegamos
al lugar donde el arroyo Bejarano finiquita su recorrido entregando sus aguas
sobre el río Guadiato no habiendo otro remedio que cruzar el arroyo de una a
otra orilla para situarnos en el sendero del arroyo Bejarano, aquí como otras veces vino el número circense
de equilibrio, afortunadamente todos pasamos sin mucha dificultad y sin
mojarnos los pies y sin bañarnos que era
lo importante.
Al
llegar a la zona de las antiguas minas romanas de cobre conocidas como el
Martinete nos detuvimos para reponer las fuerzas (PARADA Y FRUTA) y también foto
escuchando el rumor de las aguas que descendían haciendo cabriolas desde todo
lo alto.
Las
Veredas se van sucediendo una tras otra y van apareciendo carteles informativos
con indicación de su nombre como La
Pasada del Pino, el Rincón del Duende la Calzada Romana etc. y alguna que
otra antigua fábrica de paños donde las
alambradas para evitar que, el ganado
invada el sendero esto rompe bastante la armonía del lugar pero esto es lo que
hay.
Cuando
llegue la primavera será una delicia caminar por estos parajes observando la eclosión floral, ya nos daremos alguna
vuelta sin prisas ni carreras animando a los chicos de LA CUCHARA para que vengan
incluyendo comida campera o campestre para quien lo prefiera, ya lo dijo Julio
Cesar, “Afortunados los hispani para quienes comer es vivir”.
Tras
atravesar alguna que otra cancela llegamos al nacimiento del célebre arroyo
Bejarano, esto es una preciosidad que
hay que mimar nos detuvimos para contemplar la cascada y hacer la foto, luego
desde este lugar tomamos el camino de
regreso hacía Córdoba dirección al Bañuelo a través de Los Lagares de Las
Ermitas y el Jardinito, hoy Antonio Moreno Palos nos metió por pleno monte sin vereda ni
sendero que nos vino a llevar al Eremitorio del Padre Cristóbal.
Desde
aquí a un intrincado laberinto de veredillas vinimos a salir a la Al-Amiryya y desde
esta a la carretera CO-3314 pasando por Piquin donde pastaba un hermoso rebaño de bonitas ovejas y borreguitos a la
recacha del tímido sol mañanero,
proseguimos con nuestra caminata para ir bajando por la Cuesta del Reventón hacía
el Bosque del Patriarca y el Circuito Huerta del Tablero para finalizar la
etapa a las 13,30 h. en la
Fuente de Los Picadores.
¡¡¡HASTA
OTRA AMIGOS!!!
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