HORA PREVISTA DE SALIDA.-8 H.
Bajo el lema de salir, marchar y caminar allá que fuimos en busca del frescor de la Sierra, atrás fuimos dejando los chalets urbanos situados en las calles Portocarrero, El Duende y La Castilleja hasta entrar en la zona del bonito lugar conocido como el Cerrillo Alto y Bajo.
Hace ya algunos años que se iniciaron las obras de desmonte para la urbanización de toda aquella extensa zona del Cerrillo para la construcción de viviendas de Protección Oficial del Plan Parcial N.º 3, siempre vimos escasa presencia de trabajadores ya que entre los modernos mecanismos que existen y la economía cada
resulta más reducido el ramo de la construcción o de la albañilería pero ahí va marchando y creciendo la obra para la construcción de esta futura nueva barriada donde en otros tiempos no muy lejanos fue un delicioso bosque de hermosas encinas, alcornoques y olivos que desaparecieron a impulso crecimiento de la ciudad.
resulta más reducido el ramo de la construcción o de la albañilería pero ahí va marchando y creciendo la obra para la construcción de esta futura nueva barriada donde en otros tiempos no muy lejanos fue un delicioso bosque de hermosas encinas, alcornoques y olivos que desaparecieron a impulso crecimiento de la ciudad.
A buen paso fuimos dejando a tras toda aquella extensa zona para entrar por la de Las Antas y Huerta Cielina para luego ir en busca Cuesta de La Traición donde según nos cuenta la leyenda este nombre se debe a los frecuentes asaltos que en otros siglos los bandoleros cometían a los transeúntes.
Al paso por la Fuente de la Raja echamos un vistazo y todo está superseco cosa que no es nada nueva, en este estado de sequedad lleva bastantes años incluyendo épocas de frecuentes lluvias, ya se llegó a sospechar que en algún
lugar le habían desviado el cauce, de su agua y de los berros en sus alrededores solo nos queda el recuerdo y alguna que otra foto, ahí tenéis a Félix bebiendo de su agua en una botella tras haber sido previamente llenada en aquel lugar.
lugar le habían desviado el cauce, de su agua y de los berros en sus alrededores solo nos queda el recuerdo y alguna que otra foto, ahí tenéis a Félix bebiendo de su agua en una botella tras haber sido previamente llenada en aquel lugar.
Después de esta comprobación reanudamos nuestra ascendente marcha que requiere entre otras muchas cosas buenas facultades físicas y mucha concentración sobre todo en donde poner los pies para ir salvando sus múltiples escollos y sus enormes bloques de piedra atravesados en casi todo el recorrido por desprendimientos, de tener la desgracia de producirse algún tipo de lesión que impida andar no existe otro remedio que pedir el socorro y que te saquen en camilla, allí no es posible la entrada a vehículos de cuatro ni de dos ruedas resultando muy difícil la subida para los camilleros.
Culminamos la ascendente marcha a eso de las 9,40 en el Lagar de La Cruz donde nos detuvimos en el lugar de costumbre para tomar el refrigerio, repuestas las fuerzas vcontinuamos entrando hacia el Bosque de La Conejera el que atravesamos hasta salir a la carretera e ir en busca
Vereda del Villar hacia el lugar conocido como Las Piletillas y el camino de Los Morales desde donde el descenso invita a contemplar el paisaje de la ciudad y la campiña al fondo.
Una vez abajo cruzamos la carretera de Los Morales hasta salir a un olivar y a Puerta de Hierro para caminar en el camino de regreso por idénticos lugares que a la ida finalizando en Portocarrero algo antes de la hora del ángelus.