SENDERISTAS.-
M. Ponferrada - A. Rodríguez
Guillermo
Medina.
Al
ser hoy jueves correspondía atender la bien conocida ruta del Centro
pero sobre la marcha entre charlas y la clásica pregunta por
donde continuamos se optó sin mayores problemas hacer alguna que
otra variante de modo que esta nos permitiese alargar en algunos
kilómetros más la habitual distancia a que estamos acostumbrados, a
su vez para que nos fuese algo más dura y fatigosa al objeto que
la salud no decaiga ni lo olvide, en tanto y cuanto el cuerpo
aguante.
Cuando
las manecillas del reloj luminoso de la Avenida del Brillante
marcaron puntualmente las 8 h. salimos de marcha picando espuelas de
la Avenida del Brillante arriba, luego tomamos el primer desvío a
la derecha para entrar por Portocarrero donde en uno de aquellos
chalets y sobre las tapias de un huerto excedían el gálibo de
altura amarillas naranjas que llamaban poderosamente la atención del espigado Guillermo, este
con su proverbial altura y auxiliado
por su telescópico bastoncillo cuya empuñadura tiene forma de
ladino asidero decidió con buen criterio ir reduciendo la altura
del cítrico amarillento, no tardó mucho en aparecer el canino
cancerbero protector de aquel recinto dando sonoros ladridos en señal
de protesta pero que no pudo hacer deponer la buena actitud del
caminante.
Continuamos
nuestra marcha dejando atrás la Castilleja y Huerta de Hierro para
adentrarnos en subida continua por aquello que solemos llamar Los
Eucaliptos hasta enderezar el rumbo por un sendero que nos vino a
conducir al mismísimo arco que penetra con dirección hacia el
Hospital de Los Morales, lugar este donde nos desviamos
hacia la
derecha siempre en el sentido de nuestra marcha hasta conectar con
el Sendero que los de este grupo bautizamos en su día con el
apelativo de El Niño Perdido III, este nos hizo echar el bofe
coloquialmente hablando, ahí en la foto tenéis a Antonio Rodríguez subiendo cuesta arriba casi culminando en todo lo alto de
la
cúspide, en aquel lugar nos detuvimos con brevedad para tomar un
respiro, beber agua y tomar una pieza de fruta, algo que siempre le
llamamos PARADA Y FRUTA.
Algo
más sosegados reanudamos nuestra marcha para ir en busca finca de
La Conejera donde fuimos cruzando hasta conectar con el Sendero del
Arroyo Don Lucas, desde hace bastante tiempo teníamos olvidado
este lugar y sus sotos donde en este tiempo se escucha el agradable
canto de una variada diversidad de pájaros silvestres así como
del insistente Cuco.
Una
vez en la carretera que conduce hacía Los Arenales buscamos el lugar
de regreso rodeando la finca de El Cordobés, dejamos a tras El Rosal
Tres Palacios y el Altillo hasta llegar al Lagar de La Cruz desde
donde proseguimos con dirección hacia la Ermitas, unos por la
carretera mientras otros lo hacíamos por el Sendero de Pino Gordo,
lugar este por donde caminaban en sentido inverso los amigos Antonio
Moreno Palos y Julián Leal, con brevedad nos detuvimos para cambiar
impresiones; ahí va la tropa nos dijeron refriéndose hacía
aquellos otros que habían ido en el autobús a Santa María de
Trassierrra y que bajaban andando.
Tras
los comentarios continuamos nuestra marcha para ir en busca de la
resbaladiza cuesta de Los Pobres y la del Reventón donde ya
calentaba con suficiencia el sol, a través Bosque del Patriarca se
comentaba que hoy es el día del libro, que los catalanes celebran el
día de San Jordi y esa buena y sana costumbre que tienen de
regalar en este día libros y flores.
A
las 13 h. dimos por finalizada la marcha de hoy con 23.200 Kilómetros
metidos en el cuerpo, a más de uno todavía le quedaban algún
que otro hasta llegar a su domicilio, de modo que de esta forma y
con este ritmo resulta casi imposible tener glucosa y colesterol.
¡¡¡HASTA OTRA AMIGOS!!!
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