Avrelivs y M. Ponferrada.
Grupo 2 (los parsimoniosos)
M. Borrego y R. Jimenez
realizo la ruta de los arroyos.
Pasó
la noche mágica de San Juan con sus tradicionales hogueras y
fogatas donde en algunos lugares existen las ancestrales
costumbres de saltar hasta siete veces por encima de las llamas, en
otros los hay quien mantienen las creencias de poder recibir la
energía y glorificación del fuego practicando otros vivificantes
rituales, hasta hay quien guarda las cenizas de la hoguera que les
protegerá de enfermedades.
Años
hacia que no íbamos al Desierto del Bañuelo y al Eremitorio del
Padre Cristóbal, Las Monjas como los de este grupo solemos llamar a
aquel lugar un tanto alejado y escondido en plena sierra, y allá
que nos pusimos en marcha a través de la calle Portocarrero y El
Duende lugar este desde donde nos desviamos hacía el Cerrillo Bajo
donde escasos trabajadores del Gremio del Ladrillo prosiguen los
trabajos de urbanización del Plan Parcial nª 3 para la
construcción de viviendas de protección oficial.
Después
de rebasar toda aquella amplia zona en obras vinimos a salir al
Cerrillo Alto desde donde continuamos en busca Cuesta de La Traición
nos detuvimos con brevedad en la Fuente de La Raja para echar un
vistazo, el lugar está desolador con tanta sequedad como hay en los
entornos, la Fuente desde hace algún tiempo no echa gota de agua
está seca de esta forma en sus alrededores no crece el poleo ni
los berros, ni nada.
Proseguimos
nuestra marcha hacia arriba salvando como se pudo la multitud de
desnivelaciones formadas por desprendimientos de piedra y roca pero
la temperatura es muy agradable, este lugar está muy protegido de
los rayos del sol, una vez salvado el último puente de madera de
los cuatro que hay en su recorrido vinimos a salir a la Vereda del
Pretorio y de aquí al Lagar de la Cruz donde nos detuvimos a las
9,15 h junto a la Piscina Assuan para tomar la pieza de fruta.
Barajamos
por donde continuar si por el Negrete o la carretera optando por
esta última posibilidad tiene los inconvenientes tener que caminar
más de tres kilómetros por el asfalto pero está muy protegida de
los rayos del sol por gigantescos pinos y caminar con este soletón
entre sombras protectoras resulta todo una delicia con estos
calores.
A
las 10,05 h. estábamos entrando en el Desierto del Bañuelo,
salieron las monjas al oír los ladridos del perro salchicha que
tienen, no nos conocían ninguna de las tres monjas o seglares que
actualmente allí hay, hicimos la presentación y nos trataron con la
amabilidad y cortesía acostumbrada por estas personas.
Hicimos
la visita a la capilla y llenamos las botellas de agua quedando en
volver pronto especialmente para la época de los azufaifos y los
higos.
El
regreso los hicimos a través de un bosque que nos vino a llevar a La
Alhamiriya y San Rafael del Bañuelo luego a la carretera de
Trassiera para bajar por Pikin y la Cuesta del Reventón.
¡¡¡HASTA OTRA!!!
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