SENDERISTAS:-
M. Ponferrada - J. Serna
M. Borrego - Guillermo
R. Jiménez -
J. Gañán
P. Pareja - P. Pareja (hijo).
A
punto de entrar en la nueva estación otoñal y con temperaturas
algo más bien propias del cálido verano que otra cosa todavía
siguen incorporándose al grupo algún que otro senderista caminante,
hoy lo hizo Pedro Pareja y su hijo, también después de su regreso
por allende del país de los belgas llegó Rafael Jiménez Luque,
como es consiguiente y según costumbre nos dirigimos en busca de la
Sierra a través Circuito Huerta del Tablero, al paso por el Puente
Canal Guadalmellato el amigo Juan Gañán dijo alto ahí la tropa que
toca foto y disparó la máquina para memorizar el momento.
Después
de algún andar que otro nos adentramos entre lienzos desmochados y
paredes medio derruidas por el senderillo de San Francisco de la
Arruzafa, lugar este donde Juan Gañán Bejarano dio media vuelta y
puso la brújula hacía su domicilio, ya llevaba algunas horas
sacrificando el cuerpo y haciendo kilómetros nocturnos entre calles
urbanitas.
A
la salida de aquel lugar enderezamos el rumbo hacia la calle
Mejorana hasta conectar con el bosquecillo del Patriarca entre
encinas y chaparros en busca de la célebre Cuesta del Reventón, por
allí ya bajaba el amigo Rafael Muñoz Jaén con su clásica
velocidad de un dos tres paso otra vez, bien que aprendió el
muchacho el paso ligero haciendo instrucción militar en el cuartel
de Lepanto, ya hace muchos años que Manolo Díaz Cardador que en
P.D. viniendo desde El Vacar hacia Cerro Muriano con todo el calor
a las cinco de la tarde dijera que parecía llevar motores en las
piernas, y no era para menos.
Por
aquel lugar del Reventón fuimos subiendo con fatigas y sudores hasta
culminar en todo lo alto de la carretera CO 3314, los más veloces y
rápidos lo hicieron o lo hicimos a las 9,30 h. porque me incluyo en
ese rol de la rapidez y de los intrépidos, aunque no haya prisa,
todo es cuestión de temperamentos y de estado físico, esto también
se dijo hace muchos años y alguno casi se mofó, se trata de
criterios, a veces no apetece dar un sosegado y plácido paseo
mañanero, de esa manera sería poco más o menos que imposible
quemar los excedentes de azúcar y colesterol prescindiendo de la
dieta y comer de todo con la moderación que exigen las sanas
costumbres.
Tras
la oportuna parada para tomar el energético y reconstituyente
plátano para unos y el txitxiburdunzi para otros continuamos el
camino del siguiente modo: cuatro hacia Las Ermitas y cinco en busca
del Sendero de Pino Gordo hasta salir al Lagar de La Cruz, desde este
lugar fuimos caminando en busca de Las Piletillas bajando por la
Cuesta del Molinillo hacia Los Morales, La Castilleja y Portocarrero
para finalizar la etapa en la Avenida del Brillante cuando las
campanas Iglesia de Cristo Rey daba los campanazos de la hora del
Ángelus.
¡¡¡HASTA OTRA!!!
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