Aurelio Martínez – Manuel Ponferrada-
Félix García – Juan
Serna- Guillermo Medina-
Manuel Molina- Antonio Rodriguez.
Junto
a nuestro banco de siempre nos fuimos concentrando a primeras horas
de la fría mañana pudiendo advertir que esta noche han reabierto
la discoteca Palazzio, pronto volveremos a ver a esas simpáticas
chicas tirando de sus faldas hacia abajo saludando al grupo de
madrugadores senderistas y haciendo equilibrios malabares sobre sus
enormes tacones para no dar con sus huesos en el suelo.
A
la hora prevista y sus concesiones para posibles tardones - con cielo
despejado y algo salpicado por algunas nubes ocultando el sol
mañanero pusimos marcha y rumbo en busca ruta de los arroyos
hacia terrenos de La Trinidad.
A
la altura antigua Fuente de Los Mártires nos desviamos hacía el
pedregoso sendero PR-A 332, pronto lo abandonamos para adentrarnos
por una angosta vereda dedicada mayoritariamente al ganado lanar y
cabrío, esta discurre entre pinchosas aulagas y plantas de mejorana
que alguno le llama almoradux.
Estos
entornos algunos lo desconocían siendo muy propicio para la época
de los fuertes calores no obstante su intensa vegetación impide el
paso de los rayos solares, el trazado discurre como siempre entre
suaves repechos y cómodas bajadas que alternativamente se van
sucediendo hasta alcanzar la cota de máxima altura en la cantera de
áridos.
Por
aquellos lugares nos iban apareciendo antiguos y ruinosos vestigios
cortijeros que vivieron los vaivenes de los tiempos, por una de
aquellas bifurcaciones se desvió Félix “El de Las Trochas” y
Antonio Rodríguez en busca de nuevos derroteros para próximas
marchas, el resto continuamos adelante hasta llegar al Sendero
Jareño, a la derecha destaca la Meseta Blanca, luego Félix hizo
una llamada al móvil de Ponferrada diciendo que estaban en Santo
Domingo para regresar por el Nido del Águila.
Frente
al socavón cantera de piedra e inmediaciones Cueva de San Álvaro
entre dimes y diretes se barajó cual sería el camino de regreso,
por fin se decidió hacerlo por una empinada y deslizante
barranquera entre tamujos y brezos donde con frecuencia aparecían
costurones y rajones horadados en el suelo por las fuertes lluvias.
En
esta bajada se lució el bloguero Juan Serna quien lo hizo
correteando con agilidad de corzo incluyendo saltitos para salvar
escollos, (nota del bloguero: en las subidas una tortuga perezosa) ¡que no se queje del Grupo de los Épicos! ya que él es
uno de ellos.
A
las 10,30 culminamos la pertinaz bajada junto al arroyo Barrionuevo
tapizado por una verde alfombra de yerba nueva, las ruinas del
Cortijo La Ventilla las teníamos de frente pareciendo desde la
distancia un viejo castillo Templario, tratamos de cruzar el arroyo
y resultó imposible debido a su fuerte crecida.
Guillermo
preguntó ¿cuándo comemos hoy?, momento que se decidió abrir
macutos y mochilas y cada uno presto a comer de lo suyo PARADA Y
FRUTA, Guillermo peló su Kiwi y pronto le haría un efecto muy
precoz con urgentes premuras de evacuación dinámica sin esperas
ni demoras.
Al
no poder cruzar el arroyo continuamos por su margen derecha donde
abundan varios veneros que brotan del suelo y forman juguetones
regatillos que se escapan haciendo cabriolas entre la verde yerba;
el sendero por este lado se va cerrando entre rocas y enormes adelfas
que solo permiten el paso de uno en uno, cuando por fin llegamos al lugar donde a este arroyo le
contemplando el paisaje |
entran con mucho enfado y muchas prisas
las aguas del arroyo La Ventilla, este baja por la cara este de La
Meseta Blanca, entre las aguas de los dos arroyos forman una
hermosa cascada con fragor de trueno, digna para una postal.
Continuamos
la marcha por el roquedal y la margen derecha del arroyo Barrionuevo
hasta donde entrega sus aguas el arroyo Pedroches ya en terrenos del
Orive Bajo continuando por el hermoso bosque de galería, en la
copa de un eucalipto se escucha el chibiri- birí de un solitario
jilguero, hay quien le gusta y deleita el canto de este pájaro de
bello y variado plumaje, a veces merece la pena detenerse un rato
para escuchar el decir de sus variados giros melódicos; ya en
terrenos de la Trinidad pasamos junto a la Fuente, esta de forma
permanente emana agua en bondadoso chorro que va a parar al fondo del
arroyo, al poco nos apareció como telón de fondo el Puente de
Hierro como un gigantón desde la altura, muchos años estuvo
soportando el peso de aquellos antiguos trenes.
Al
llegar a la Rotonda Rosa de Siria nos llamó la atención la
floración de un ciruelo como preludio anunciador que ya tenemos
encima la estación primaveral, está bonito el ciruelo en flor,
momento que Guillermo se despidió a toda máquina hacia su
domicilio.
Poco
más adelante sonó el móvil de Aurelio, era Juan Ruiz quien
llamaba, desde la población de Puente Genil, allí estaba con su
señora en un concurso de bolillos, como quiera que ya había
sonado la campana anunciando la hora del ángelus le dije se tomara
un copita de fino el Feo a la salud del grupo, siendo este caldo muy
propio y famoso en la ciudad pontanesa del membrillo, se echó a
reír y quedamos en vernos el próximo martes donde iremos de marcha
a Cerro Muriano.
En
el Parque de la Asomadilla se despidió Juan Serna y Manolo Molina
hasta el próximo día.
En
Casa de Paco Pon a las 12,30 h. dimos por finalizada la marcha de hoy
donde ya esperaba Gaspar Avilés, Manuel Borrego y Antonio
Rodríguez, Félix también se había despedido de aquel lugar para
atender asuntos propios, echamos en falta la presencia de Rafael
Jiménez Luque que según tenemos entendido está algo chungo con
dolores en una rodilla, también faltó el Prior Pepe Romero Poyato
que se había desplazado al Puerto de Santa María, tomamos el
clásico aperitivo correspondiente al sábado y nos despedimos.
¡¡¡ HASTA OTRA !!!
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