SENDERISTAS.-
José
Romero- Aurelio Martínez-
Juan Ruiz- Manuel Ponferrada-
Manuel
Borrego- Guillermo Medina-
Rafael Jiménez- Pedro Luque-
Miguel
Rodríguez.
Cuando
las manecillas del reloj marcaron las 8 h. y esos cinco minutos de
añadido por si algún otro posible caminante pudiera llegar y
agregarse salimos chutando marcha en busca de la sierra con
temperatura de 1ª y alguna racha de viento frío, hubo quien dijo
que iba probándose y jodido después de una semana de inactividad
andariega, más mosqueado que un pavo en Noche Buena, no sabiendo si
hoy podría con la pedregosa Cuesta del Reventón, decía que
llevaba una biela motora algo chunga.
Al
entrar por el Bosque del Patriarca comenzó la charla recordando que
en la Cantina estación Linares Baeza por allá década años 60
había una maquina con discos de música, funcionaba echándole una
pela.
Una
noche entró una persona permaneciendo más de cuatro horas
seguidas escuchando la misma canción sin más interrupción que la
de reponer la rubia moneda.
Aquella
canción decía UN LIMÓN, UN LIMONERO, ENTERO ME GUSTA MÁS, UN
INGLÉS DIJO YECH Y UN FRANCÉS DIJO LÁ, LA, lo simpático del
caso fue que estuvo todo el tiempo de pie delante de la barra
hablándole a un cubata tal como si se tratara de otra persona.
No
tardó mucho Guillermo al oír la conversación en empezar a cantar
la misma canción, tiene mucho oído y gracia salerosa para la
música y para otras muchas cosas, pronto contagió al resto de la
expedición y se formó el coro con estruendosos desafinamientos que
más bien parecía a la berrea de la Sierra de Cardeña que a otra
cosa.
Aproximadamente
a las 9,40 h. culminamos la subida y nos fuimos a la busca del poyete
en esta ruta, sacamos de los zurrones y mochilas el platanito e
hicimos LA PARADA Y FRUTA, cuatro caminantes se dirigieron a las
Ermitas ya muy próximas pero antes Rafael Jiménez soltó una
retahíla de sabios refranes y añadió en tono festivo y jovial
que ellos pertenecían a LOS DE LA CUCHARA, que un día cogieron una
gallina le cortaron el pescuezo, le rompieron todos los huesos y todo
el mundo en la cocina comentaban aquel suceso de aquella pobre gallina, soltamos las inevitables carcajadas de risa y continuamos
dirección Cruce de Trassierra, pasamos junto a la Capillita de la
Virgencita le echamos un vistazo y todo está hecho un asco de
suciedad y burracos, pronto tendrá que ir Manolo Borrego para
realizar el mantenimiento y limpieza ya que es el camarero de aquel
lugar, continuamos hacia el Kilómetro 6 y nos detuvimos en la
carretera contemplando el feo aspecto que tienen en este tiempo los
Castaños desnuditos y escuálidos, desde aquí tomamos el camino de
regreso por igual itinerario finalizando la etapa a las 12,45 en la
Fuente de Los Picadores.
¡¡¡ HASTA OTRA
¡!!
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