J. Romero- Avrelivs- M.
Ponferrada
M. Borrego- Guillermo-
R. Jiménez- J. Gañán.
HORA DE SALIDA.- 8
h.
Como
de costumbre salimos marchando camino de la Sierra cuando el termómetro de la Avenida del Brillante
marcaba dos grados de temperatura, bien ya se nota la rasca friolera mañanera.
Tras
atravesar el Circuito Huerta del Tablero donde habían escasos deportistas quemando glucosa y
colesterol continuamos adelante a buen ritmo en busca de la Avenida de la Arruzafa y el senderillo
de San Francisco hacia la calle Mejorana, luego entramos hacía el bosquecillo
del Patriarca hasta conectar con la Cuesta del Reventón donde ya bajaba dando
saltitos sobre la marcha el amigo Rafael Muñoz, le saludamos como suele ocurrir
entre las gentes de sanas y buenas costumbres, cada cual continuó su camino
hablando de los sudokus y de sus distintos niveles, de su entretenimiento a los
sobrados de tiempo y de lo bueno que podía ser para evitar la enfermedad del alzehemir más otras cosas que se suelen cocer en esa fábrica
sin limitación que tenemos en la sesera.
A
partir de las 9,30 fuimos llegando a la carretera 3314 donde hubo reagrupación
Parada y Fruta en el lugar de costumbre a la recacha del tibio sol mañanero, tan
a gusto se estaba en aquel lugar que
prolongamos la parada algo más de la cuenta, más de uno se ensayaba cantando
villancicos al sonido de una carraca que Guillermo Medina sacó del macuto, poco
más o menos así comenzó entre carcajadas
risueñas el trío cantor.
Dame el aguinaldo
Y si me lo das
Y si me lo das
Que pases las Fiestas
Con Felicidad.
Con Felicidad.
Tras
reanudar el camino Manuel Borrego y Rafael Jiménez tomaron camino hacía las
Ermitas para después reunirse con alguno de los habituales en esta ruta,
creemos según sus comentarios que el potásico plátano lo iban a tomar hoy en el sillón del Obispo Trevilla, el resto
continuamos dirección Lagar de La
Cruz.
La
bajada la fuimos haciendo a través del Negrete y Las Piletillas donde
aparecieron cuatro perros que iban sueltos de su amo o dueño, eran dos galgos
españoles, un galgo irlandés de tan mal
pelaje que parecía de la orden de los vagos y vagabundos que andan por ahí
sueltos, un alano de pelo negro de
gran envergadura y de mal encare que se le tiró como una bala a
uno de los caminantes, no es la primera
vez que nos hemos cruzado en el camino sin
que nada ocurriese, menos mal que la incidencia no pasó del susto.
Al
cruzar el bosque de lo eucaliptos una vez rebasada la zona de Los
Morales se escuchaba con mucha
frecuencia el constante repiqueteo de los pájaros Carpinteros.
Calle
Portocarrero abajo las ramas de un
limonero y sus limones habían invadido casi el
paso por la acera momento que Juan Gañán decidió dejar vía libre sin necesidad
alguna de intervenir el vagón de socorro.
Finalizamos
la etapa a las 12,30 h. en el mismo lugar donde cuatro horas antes y treinta
minutos habíamos iniciado la salida.
¡¡¡
HASTA OTRA!!!
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