(Senderistas 4) de ellos tres en ruta total. Para finalizar la segunda semana de este sábado agosteño cuando ha descendido con notoriedad la temperatura ambiental, nos pusimos en marcha a la hora establecida en temporada estival los tres caminantes que al lugar de la cita acudieron al encuentro, sin ideas ni propósito de cual sería nuestra ruta de hoy, momentos que llegó Roberto Álvarez el hombre madrugador y solitario caminante de cortas rutas; sabiendo de sus preferencias le dijimos que nos guiara por los feudos de La Palomera Alta, al menos hasta el Mirador de San José, “vamos allá nos indicó el hombre”, marcando un ritmo cual si se tratara de ir a apagar algún incendio, entramos por el Barrio del Naranjo y Fuente de La Palomera, desde aquí al sendero de arriba, este discurre siempre en recto entre olivares, dejando hacia izquierda y derecha aquellas veredas y estrechas sendas que al paso nos iban saliendo, no le faltaron conocimientos geográficos para darnos alguna que otra información respecto al plegamiento herciniano hace millones de años por un mar profundo, donde hoy es fácil encontrar restos de fósiles y seres que vivieron en aquella época como podrían ser los ammonites, belemnites y tribolites, no es fácil aquel dédalo de senderos que en su conjunto forman un laberinto no obstante ya le vamos conociendo.
En un momento determinado y cuando ya nos encontrábamos próximos a ese altozano del Mirador de San José, apareció Joaquín precedido de su perro cuyo nombre es ni más ni menos que “LOPE”, el hombre iba aquejado de dolores en el menisco derecho, se apoyaba en un cayado y decía que no podía pasar un día de caminar por aquellos lugares, al llegar al Mirador existe un banco y allí se sentó Roberto a fumar un cigarro, increíble pero cierto, finalizando su etapa de ida; después de una distendida charla nos despedimos de ambos y continuamos nuestra marcha para adentrarnos por ese bosque de viejos pinos cuya finalización se culmina en el arroyo Santo Domingo, atravesado este nos detuvimos a la sombra de una encina e hicimos LA PARADA Y FRUTA, reanudamos el andariego paso por LAS CUMBRES a fin de sudar al menos la camiseta y no perder el ritmo a que estamos acostumbrados, una vez arriba el paisaje es hermoso, ya muchas veces descrito en este blog, cuando dejamos a nuestra izquierda las canteras decidimos bajar hacia las ruinas del cortijo La Ventilla, la bajada es larga muy pendiente y resbaladiza, el bordón es muy importante para que sirva de freno, hay quien la bautizó al tomarla de subida con el apelativo de Juanito Valderrama, esta hace que en algún momento la respiración sea jadeante.
 |
| fuente de la trinidad |
Una vez abajo seguimos al borde del sendero arroyo Barrionuevo hasta su desembocadura en el Pedroches en el lugar de los SEIS ECUALIPTOS, al pasar por la fuente de La Trinidad nos dimos un refrescón, todavía vierte agua en abundancia que va a parar sobre el arroyo. Finalizamos la etapa en Casa Ruiz, donde llegó Juan Serna, formando un cuarteto de conversación en amena charla, aunque en algún momento se hubiese convertido en un indebido dialogo de dos, nos enseñó algunos mapas que había sacado del programa informático MAPSOURCE, también ya habíamos hablado previamente de establecer un programa de rutas al objeto de no andar con esas dudas y no saber a donde encaminarnos, no haciendo falta otra cosa que llegar a acuerdos mutuos y comprensivos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario